La madera del Café Latino crepitaba por primera vez, algo cambiaba en el paisaje del Ourense viejo. Ayer un elenco de artistas cerraba otra noche de éxito, la primera de dos que se difundirán, empaquetando sonido, vídeo, entrevistas, en un disco de celebración, de memoria. Era noviembre de 1986, una década decadente para el jazz en Estados Unidos, el sonido que, según el pianista Count Basie, "es el tipo de marido que no te gustaría para tu hija". En Ourense despuntaba ya la música pionera de los Abuña Jazz, mientras en la cuna de la música que vino de África se digerían noticias nostálgicas de un pasado mejor y tristes baladas como la muerte del clarinetista Benny Goodman.

Cuando el antiguo bazar Puga de Ourense echó la persiana se abrió a la ciudad el Café Latino. España saboreaba la belleza selvática y emocional de un género que, por entonces, ampliaba fronteras mentales con una figura perenne, Tete Montoliu. La música casi fundacional del establecimiento de la calle Coronel Ceano de Ourense poco tardó en consolidarse. "Empezamos por el camino de los cantautores pero pronto llegó el jazz", recordaba en esta semana de infarto el dueño del local, Eduardo Rodríguez. Hay paralelismos admirables con lugares casi totémicos como el Village Vanguard donde, por ejemplo, un Bill Evans, con el brazo derecho acribillado por la heroína, dejó una grabación para los anales. Los grandes han dejado pegada en el "pequeño café", como le gustaba recordar con orgullo al propio Rodríguez, pero a diferencia del establecimiento neoyorquino entre compases no se prohíben las bebidas calientes.

"La historia es historia, y el paso del tiempo no supone ir hacia delante o ir hacia atrás". Habla un músico que es amigo. El saxofonista Jorge Pardo grabó con Camarón la "Leyenda del Tiempo", el álbum más vendido del flamenco, y ayer comandó un supergrupo reunido para la ocasión que escora el sonido a la vertiente del jazz español, flamenco, Latino. "No hay un concepto", decía el artista, acostumbrado al escenario, que ayer ensambló su fraseo a la conducción del estadounidense Jeff Ballard, colaborador de Chick Corea a la batería, el compostelano Abe Rábade al piano, el contrabajista Javier Colina, el guitarrista Josemi Carmona y la vocalista Chonchi Heredia. Composiciones para la ocasión, diferentes alineaciones a lo largo de las dos noches y sorpresas –como la participación del marido de Heredia, José El Francés– pasarán a la posteridad en una grabación que ya se disputan, entre otros, el gigante de las discográficas Universal.

Suenan los acordes y los vasos, el escenario se eleva entre cuatro paredes frente a un público dechado. Multitud de retratos sostienen la pared con la historia del local moldeada por nombres que llenarían antologías del jazz. Milt Jackson, Ron Carter, Jackie McLean, Michel Camilo, Hank Jones, Ray Brown...