Una planta de tratamiento de residuos financiada con fondos europeos está en el disparadero de las críticas del BNG, grupo de la oposición en el Concello de Xinzo de Limia que aprecia "indicios de ilegalidad" en la construcción de una instalación prevista para recibir los deshechos que genera la actividad de construcción y demolición.

La obra está promovida por la Diputación Provincial de Ourense y su ejecución requiere de 651.000 euros que satisfarán fondos de las UE con cargo al plan de ayudas Feder-Eixe 5. Los nacionalistas denuncian que la instalación está en el limbo legal, "xa que no Concello de Xinzo non se tramitou ningunha licencia nin existía coñecemento sobre a actuación que ía ser executada". Según explican, el consistorio que rige Isaac Vila alegó que la obra es de carácter supramunicipal y, por este motivo, no precisa licencia. El BNG, por contra, esgrime un decreto de la Xunta de Galicia del año 2000 para asegurar todo lo contrario.

La planta de residuos, que fue adjudicada en diciembre de 2009 en el marco del "Proxecto Arraiano" está construyéndose en un monte ubicado en las inmediaciones del pobo de Morgade. El BNG ha constado, conforme manifiestan, "un rexeitamento activo da veciñanza nunha ubicación totalmente inadecuada e cun impacto ambiental enorme".

En tal divergencia, el 29 de abril pasado presentaron una moción de urgencia para la paralización cautelar del proyecto, tumbada con los votos del PP, y la convocatoria de una comisión informativa de Medio Ambiente para conocer los detalles y la posible afectación de la obra.

Esta última propuesta sí fue aceptado por el alcalde Isaac Vila, aunque según denuncia el BNG "pasado máis dun mes aínda non se reuníu a comisión y hai novos indicios que nos levan a pensar na total ilegalidade das actuacións", sin precisarlos.

Así, el BNG urge en un nuevo escrito registrado en el Concello la convocatoria de la comisión "para que os técnicos municipais e os responsables políticos do grupo de goberno respondan a unha relación específica de cuestións referentes a este proxecto".

Además, han afilado la dialéctica contra el alcalde Isaac Vila y contra el concejal de Medio Ambiente y heredero del número uno de la lista popular para los próximos comicios, Antonio Pérez. El BNG los acusa de "deixación flagrante de funcións".