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Ramón Carlos Encisa: "En micología no hay normas fijas; si no se conoce la seta, lo mejor es no arriesgar"

Asegura que "las especies más sabrosas son las más abundantes y fáciles de reconocer"

Ramón Carlos Encisa durante su conferencia en Bueu. // S. Álvarez

"Ahora soy un micólogo de campo", afirma Ramón Carlos Encisa, que ayer se encargó de abrir la vigésima edición de las Xornadas Micolóxicas de Liboreiro, en Bueu. El socio de la Agrupación Micolóxica A Cantarela ofreció una charla bajo el título de "Cogomelos comparados, tóxicos e comestibles, similitudes".

- Aprender a diferenciar las setas comestibles de las tóxicas es de Primero de Micología.

- Exactamente, es fundamental, porque tienen sus similitudes y se pueden confundir.

- ¿Se han superado ya los viejos mitos para distinguir una seta comestible de una venenosa?

- En absoluto. Se ha avanzado mucho porque la gente va conociendo y se suele ir a las especies más seguras. Pero todavía existe el clásico de que como tiene buena pinta es comestible. Afortunadamente hay jornadas y exposiciones en todos los concellos y cada vez se sabe más de micología.

- ¿Es fácil diferenciar un ejemplar bueno de uno tóxico? ¿Hay algunas reglas comunes?

- No es fácil, porque en la micología no hay normas fijas. Hay que conocer las setas una por una y no es fácil describirlas si no tienes unos conocimientos mínimos.

- ¿Existen setas que sean especialmente seguras, difíciles de confundir con las tóxicas?

- Sí, las hay, como los cantarelos, los boletus de carne blanca, las macrolepiotas grandes, las lenguas de vaca y los lactarius. Estos géneros, aparte de ser las mejores, son las más abundantes. Y es una tontería ir a coger una seta que no distingues y que ni siquiera conoces cómo es su sabor.

- La norma es, pues, coger solo lo que se conoce a la perfección.

- La norma es no arriesgar. Limitarse a coger las setas que conocemos al cien por cien. Las especies más sabrosas con las más abundantes y fáciles de reconocer, así que, ¿por qué complicarse? Yo pongo el ejemplo de que si vas por el monte y ves una culebra no le echas la mano, porque no sabes si es una víbora. ¿Y por qué sí lo haces con una seta?

- ¿Hay muchas setas tóxicas o venenosas en Galicia?

- Realmente peligrosas, mortales, hay pocas. Pero es como una ruleta rusa, que si pones una bala en el cargador te puede tocar. La mayoría de las intoxicaciones se deben a la amanita phaloides, con otras especies los envenenamientos no son tan importantes. Pero esta seta es tan variable, cambia tanto su color y su estado que se puede confundir con otras. Por eso hay que conocer y no arriesgar.

- Apuntaban desde Liboreiro que el cambio climático ha originado que surjan en Galicia especies propias de otras áreas.

- Sí, salta a la vista. Hay más calor, sequía, y los seres vivos se adaptan a las circunstancias. Además, la globalización trae un mayor movimiento de mercancías y por ahí llegan las esporas.

- Incendios, falta de lluvia... No son buenas condiciones para las setas.

- Lo de los incendios ya no tiene nombre. Es un mal año porque aparte de ellos, ha un abandono de los montes. Están llenos de maleza y si no están limpios, las setas no nacen.

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