La actuación más compleja de cuantas están en marcha en el segundo subtramo del desdoblamiento del Corredor do Morrazo es la ampliación del paso superior que atraviesa la carretera en Meira, a la altura del punto kilométrico 5+810. Dos meses después de la compleja retirada de su plataforma, ayer se instalaron las dos principales vigas que extienden este paso y que permitirán salvar también los dos nuevos carriles en construcción que integrarán la futura autovía de la comarca.
Los conductores que circularon ayer por el Corredor se vieron sorprendidos por la presencia en un margen de dos grúas de gran tamaño, que subieron a los pilares las mencionadas vigas.
Las grúas trabajaron a lo largo de la tarde y son similares a las utilizadas el 6 de junio para la retirada de las losas de hormigón. Entonces, la retirada de la plataforma obligó a cortar el Corredor do Morrazo durante casi una jornada entera, desviando el tráfico por las vías interiores de la comarca entre las 10.00 y las 19.00 horas.
Con el segundo viaducto de A Moura prácticamente listo, otra de las grandes estructuras que restan por construir en los tramos ya en obras de la futura autovía es la ampliación del túnel de Montealegre. Tras acordar una ampliación del actual por ambas márgenes, descartando el segundo túnel previsto inicialmente, la intención es que las obras comiencen en octubre. Esto obligará a un corte prolongado del Corredor con una previsión de siete meses, por lo que la circulación no se restablecería hasta mayo de 2018 si todo transcurre según lo previsto.
La decisión se adoptó para salvar el castro de Montealegre, ante la riqueza histórica que salió a la luz en las dos áreas que se verían afectadas por la obra y que habían sido excavadas para su catalogación y estudio arqueológico.
Estas excavaciones y los estudios de alternativas para salvar el yacimiento castreño de la Edad de Hierro han retrasado la ampliación del túnel, que todavía no arrancó, contrastando con el alto grado de ejecución que presentan los trabajos de desdoblamiento en el primer subtramo, entre la rotonda de Domaio y la salida de San Lourenzo.
En lo que respecta al tercer subtramo, la Consellería de Infraestruturas formalizó esta misma semana el contrato de construcción con la unión temporal de empresas (UTE) Construccións, Obras e Viais (Covsa) y Taboada y Ramos. Las obras estarán en marcha este mismo mes, por lo que los tres tramos de la futura autovía entre la conexión con Rande y la primera salida de Cangas estarán todos en construcción.
Ayer, desde Infraestruturas, explicaron que la empresa adjudicataria de este último subtramo ya tiene oficina de obra en Moaña y en cuestión de días empezará a pintar el trazado del Corredor para señalizar las obras, así como a desbrozar los márgenes.
El tercer subtramo tiene un presupuesto de 18,2 millones de euros. Supone un desdoblamiento de carriles a lo largo de 3,87 kilómetros lineales y el plazo de ejecución es de 24 meses.
