Alrededor de media docena de propietarios con fincas en los terrenos de As Lagoas acudieron ayer a la reunión con el alcalde de Bueu, Félix Juncal, después de la alarma suscitada por el reciente cambio en la tributación de sus parcelas, que pasan del catastro de urbana al de rústica. El regidor municipal llegó a sacar el documento del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) y con la presencia del arquitecto municipal garantizó a los afectados que la calificación urbanística de sus fincas se mantiene "intacta". Esto es, que son y seguirán siendo urbanizables.
El Plan Xeral se llevó de nuevo la semana pasada a pleno y en el documento se clasifica el ámbito de As Lagoas en base a dos tipologías: suelo urbano delimitado (el más cercano a la trasera de Pazos Fontenla) y suelo urbanizable no delimitado (en la parte superior, más cercano a la iglesia parroquial). Juncal expuso que los cambios en la tributación de las propiedades se debe a una sentencia del año 2014 del Tribunal Supremo, que sostiene que las parcelas no adquieren la consideración de solar "mentras non se aprobe un instrumento de planeamento urbanístico".
En el caso de As Lagoas ese instrumento es un plan parcial, que es la fórmula que se recogía en las Normas Subsidiarias y ahora de nuevo en el Plan Xeral. Hasta ese momento, la sentencia del Supremo establece que los terrenos en esta situación deben pasar del catastro de urbana al de rústica. A pesar del susto inicial esta situación transitoria tiene su lado positivo para los afectados: desde ahora y hasta que se apruebe ese plan parcial para desarrollar ese suelo estarán exentos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Fue precisamente esa modificación la que inicialmente alertó a los propietarios, que temían que sus fincas habían perdido su carácter edificable. "Unha cousa é a cualificación urbanística e outra a tributaria", subrayó el regidor.
El ámbito de As Lagoas no es el único sujeto a este cambio. Los propietarios de suelo industrial en el entorno de Castiñeiras se encuentran en una situación similar. Otro de los casos es el de Agrelo-Portomaior, pero aquí sí que el cambio es irreversible. En su día el Concello de Bueu no fue capaz de aprobar antes del 30 de junio de 2003 un plan parcial para esta zona, que luego quedó afectada por la protección de la franja de los 200 metros y el POL (Plan de Ordenación do Litoral) y pasa a ser suelo rústico. Tan solo los terrenos situados más cerca de la carretera PO-551 se salvan de ese cambio y mantendrán la calificación de urbanizables.
