Al menos eso es lo que piensan algunos de los vecinos de la parroquia. Esta vez las quejas contra el párroco tienen como razón de ser los altavoces instalados en el exterior del templo, a través de los cuales se retransmite en riguroso directo la misa dominical. El problema, según algunos vecinos, es el elevado volumen de los altavoces, que provoca que la homilía se escuche hasta en el último rincón de la parroquia. Eso no gusta a todo el mundo, que argumentan con razón que si quisieran escuchar la misa ya irían a la iglesia. Este hombre parece que no ha empezado con buen pie su labor pastoral en Domaio.
Los niños de O Hío, con escolta como los jefes de Estado
Con motivo del Día do Libro, los alumnos de la Escola Infantil de O Hío acudieron a la biblioteca de la parroquia. Protección Civil acudió rauda al llamamiento y escoltó a los pequeños en todo el trayecto por la carretera. Los niños se sintieron como jefes de Estado con tanta escolta.
