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La promotora de la Finca Pazó renuncia a la vía judicial y aparca el proyecto de urbanización

Tras la desestimación del Plan Especial, los propietarios deberían redactar su cuarto proyecto de construcción -La guardería seguirá alquilada por el Concello hasta el desarrollo de la parcela

Son 8.000 metros cuadrados de terreno los que se deben desarrollar. // G. Núñez

El plan especial para urbanizar la Finca Pazó, en la que se habilitó la guardería de Quintela, se encuentra aparcado en estos momentos, y sin fecha para retomar el procedimiento. Así lo explican desde la propietaria e impulsora del proyecto, la Promotora Islas Atlánticas. Después de que el Concello desestimase, a mediados de 2016, la aprobación del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) que había sido presentado en marzo por la promotora, y de que denegase también el posterior recurso de reposición, la propietaria paralizó la urbanización de la finca y sus responsables aseguran que se están "repensando" si siguen adelante.

Y es que en la situación actual los propietarios tendría que iniciar desde cero todo el proyecto de urbanización, lo que les obligaría a redactar la cuarta propuesta que se presentaría ante el Concello, después de que las tres anteriores acabasen descartadas por distintos motivos.

La inversión que requiere iniciar de nuevo toda la tramitación con la redacción de un nuevo proyecto, además del difícil momento por el que atraviesa el mercado inmobiliario, hace que los propietarios de la finca descarten de momento poner en marcha las "alternativas y opciones" que tienen sobre la mesa.

El primer plan había llegado al Concello en el año 2008, y desde entonces se han redactado otros dos más, sin éxito.

Tras la desestimación del PERI el pasado año, a la promotora se le planteaba la posibilidad de acudir a la vía judicial mediante un contencioso-administrativo, aunque finalmente descartaron esa opción. En su día argumentaron que el Concello no había respondido al PERI presentado el 23 de febrero de 2016 en el plazo legal de tres meses, por lo que entendían que la aprobación inicial estaba otorgada por silencio administrativo. E secretario municipal alegó que no puede darse la figura de silencio administrativo para planes con determinaciones "contrarias a la Ley".

Los técnicos municipales alegaron para su desestimación que en el proyecto no aparecía justificada una relación de usos posibles en cada parcela de aprovechamiento privado, ni los coeficientes de homogeneización entre los diferentes usos. Los técnicos del Concello entendieron a la hora de valorar el PERI que el vial que da servicio en estos momentos a la guardería pública de la red "Galiña Azul", por el hecho de ser un camino necesario, no puede ser computado como equipamiento.

En cuanto al espacio libre público, en el PERI no se identificaba correctamente que el espacio público debería estar situado en la parte más cerca de la capilla y asociado al equipamiento existente.

Los vecinos del barrio de Quintela esperan desde hace años por este desarrollo que permita al Concello obtener unas cesiones que, entre otras mejoras, permitirían habilitar un área de esparcimiento en un barrio urbano sin apenas zonas verdes.

Además, el Concello pasaría a ser el titular de los bienes patrimoniales como la capilla y, sobre todo, la casa señorial que acoge la única guardería pública del municipio, tras ser sometida a un complejo trabajo de rehabilitación integral de la fachada y a una nueva división interior.

De momento la administración local paga un alquiler simbólico por el uso de este edificio, fijado en 300 euros mensuales, al menos mientras no finalice el plazo del convenio suscrito a 25 años.

El objetivo es que el inmueble pase a manos públicas de forma definitiva si se desarrolla de una vez por todas el proyecto de urbanización, concebido inicialmente antes del estallido de la crisis del ladrillo.

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