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San Martiño espera reconquistar su tímpano

Al igual que hizo Vigo, Moaña apuesta por una réplica de su pieza que está expuesta en el Museo de Pontevedra

Impresión en 3D del tímpano. // Antonio Costa Iglesias

La colocación este pasado martes de la réplica del tímpano de la antigua Colegiata de Vigo en la Concatedral, ha devuelto a la actualidad la reivindicación, todavía silenciosa pero en el sentir de muchos moañeses, de que este municipio, y en concreto la parroquia de San Martiño,pueda contar con una réplica del tímpano románico que abandonó Moaña en 1929 y que está expuesto en el Museo de Pontevedra, al que el párroco entonces, Enrique Rubido, entregó en depósito. Tanto el investigador local Manuel Uxío García como el historiador Jacinto García, expertos en San Martiño y en el Románico, avalan esta posibilidad que ya plantearon de forma más oficial hace un año al concejal de Cultura de Moaña, Salvador Meira.

El concejal señala que en estos momentos está volcado con la solicitud de restauración a la Escola de Cantería de la Diputación del cruceiro de San Martiño y que cuando se resuelva "valoraremos esa posibilidad para darle encaje y ubicación". El debate está en si debe de volver el tímpano original o la réplica, para la que hay nuevas fórmulas en tecnología 3D, aunque la tendencia es que las piezas originales sigan conservándose en el museo y en su lugar de origen se ubiquen réplicas que sirven igualmente para hacer justicia con la memoria histórica. En el caso de Vigo, la réplica la realizó la Escola de Cantería.

Manuel Uxío García, como estudioso de la iglesia de San Martiño, ha escrito en numerosas ocasiones sobre este tímpano, que data del siglo XIII y que tiene en su anverso la figura de San Martiño. Aparece dentro de una mandorla, sostenida por dos rudimentarios ángeles, con alas muy torpes en su ejecución, adaptadas a la curvatura; y dos figuras de pequeño tamaño, vueltas de cara a esa escena que representa la elevación de San Martiño al cielo. En el reverso, muy decorado, aparece una cruz mixta de lazos,de San Andrés, similar a la del tímpano de la puerta principal, tiene a los lados dos círculos con flores de seis pétalos y dos aves que se vuelven hacia sus colas. Por encima hay talladas un ave de fuerte pico y un león con patas estiradas y la cabeza dada la vuelta.

Tal y como recoge García, el tímpano procedía de las ruinas del Monasterio de Santo Domingo, a donde fue transportado desde Moaña el 10 de julio de 1929, según consta en un recibo, firmado en esa fecha, conforme se le entrega en depósito al Museo de Pontevedra. El tímpano formaba parte de un muro de sustentación del atrio alto, a la altura de la capilla mayor del templo moañés por su lado suroeste, desde el año 1763 en que se amplió la iglesia, después de echar abajo la antigua ábside románica, del siglo XII y la sacristía, del siglo XIII.La fecha de origen del tímpano procede, según Manuel Uxío García, de las investigaciones efectuadas en el museo pontevedrés, que describen la pieza como románica de transición al gótico, y esculpida por canteros galaico-portugueses que trabajaron, durante el siglo XIII, en la Catedral de Tui.

En los documentos de la Rectoral de San Martiño se encontraron las pistas suficientes para poder afirmar que formó parte de la sacristía derrumbada, la cual disponía de una puerta exterior coronada por el citado tímpano. Según el libro de fábrica conservado, de los tres que existían, se describen los motivos que expone el párroco para comprar una nueva cruz de plata: " En el mes de Enero de 1775, en consideración de que habiéndose robado en la Iglesia parroquial de esta feligresía de San Martín de Moaña, hacía unos quince años poco más o menos y entre otras cosas que de ella llevaron los robadores que dieron el asalto poniendo fuego a las puertas, fue la de una Cruz de Plata que servía a las procesiones solemnes?"

Refuerza la existencia de la puerta exterior una tradición oral que daba cuenta cómo algunos ladrones quemaron la puerta de la sacristía para robar la antigua cruz de plata que nunca más se recuperó. Las dimensiones del tímpano refuerzan también el emplazamiento originario, pues coinciden con las del dintel que se encuentra en la puerta de la planta baja de la actual casa de fárbica o almacén de la iglesia, levantada en 1853, y con las del tímpano historiado de la fachada principal.

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