La estatua de queso, que estará expuesta en la entrada principal del recinto de la feria, tiene una altura de 2,10 metros y está realizada con 700 kilos de este producto lácteo, para el que se emplearon 7.000 litros de leche, 650 centímetros cúbicos de cuajo y 80 kilos de sal. En su elaboración han trabajado 22 personas entre los que se encuentran los cuatro integrantes de la empresa de ingeniería de Moaña Nort 3D, a quien se encargó la realización del molde, en esta técnica de impresión 3D, para elaborar la escultura.
El encargo fue en noviembre, aseguran en la empresa moañesa, que inició entonces un proceso largo para su fabricación. El primer paso fue desplazarse a Arzúa para realizar la digitalización 3D de la escultura "A Queixeira", del artista compostelano Fernando García Blanco, que preside el centro urbano de Arzúa. La Asociación casino CSD de Arzúa, que fue la que se puso en contacto con los ingenieros de O Morrazo, quería realizar una réplica en queso de esta escultura en piedra. Para digitalizar la talla se contó con un equipo de escáner láser portátil.
Posteriormente, tal y como señalan en Moaña, "se procedió al postprocesado de la nube de puntos mediante el software informático avanzado en el manejo de mayas hasta la obtención de un modelo cerrado con el cual trabajar correctamente". El siguiente paso fue el diseño del molde por ordenador: "Durante este proceso se realizó una reproducción a escala para asegurar el llenado y correcto desmoldeo del queso a 40 centímetros. Fue todo un éxito".
Al comenzar el diseño del molde a tamaño real, los ingenieros de Moaña empezaron a encontrarse con algunos problemas ya que por su tamaño, de 1,67 metros, hubo que adaptar el molde a las necesidades de fabricación de un queso de estas dimensiones guiándose de las indicaciones de los maestros queseros. Tras los análisis, se tenía que partir el molde en 29 bloques independientes "para que el proceso de desmoldeo fuese el adecuado el día de la fiesta".
Verificado el diseño definitivo, comenzó el proceso más visible, aseguran en la empresa, como es la impresión en 3D. Fueron necesarios más de 100 kilos de plástico y 2.500 horas de impresión repartidas en 5 máquinas, una de ellas de gran formato con posibilidad de imprimir piezas de un metro. Se llegó, en momentos puntuales, a disponer de hasta 8 máquinas trabajando solo para este proyecto, de lunes a domingo, las 24 horas del día. Todas las máquinas, añaden, fueron diseñadas y fabricadas en Galicia por el fabricante de Padrón Majergal.
La última fase del procedimiento fue la unión de las piezas para conformar los bloques finales que formarían el molde de "A Queixeira". Había que asegurar que el molde fuera a aguantar los 700 kilos de queso. En la Queixería Barral fue donde se llenó el molde y se realizaron los volteos necesarios para el proceso de curado, se diseñó y fabricó una estructura en colaboración con los directivos del club de fútbol CSD Arzúa, que combina tableros marinos y tubos de acero. El tamaño final de este molde rondó los 1,7x1 metros de base y una altura de 2,10 metros: "Ha resultado ser uno de los proyectos de fabricación aditiva más grandes de España hasta la fecha. Se ha logrado el cometido, que todo el mundo pueda disfrutar de la reproducción en queso de A Queixeira, con motivo de la 42 edición de la Festa do Queixo de Arzúa".
