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La flota de la vieira cierra la campaña con 8 toneladas y problemas para alcanzar los cupos

El cierre de la Zona III por toxina ASP y el inicio del desove en la Zona II limitaron el campo de trabajo de las embarcaciones

La campaña de la vieira en la ría de Pontevedra concluyó ayer, sin llegar siquiera a completar un mes de trabajo.La presencia de toxina en el fondo de la ría, el inicio del proceso de desove en la parte intermedia y el cierre temporal de la planta de Porto Cambados provocaron que ayer fuese el último día de actividad para la media docena de barcos de Bueu, Aldán y Raxó que empezaron la temporada el pasado 6 de febrero. La campaña se cierra con unas capturas superiores a los 8.000 kilos y una facturación que se situó por encima de los 30.000 euros. A nivel global la campaña fue muy positiva, con un aumento del 33% en las capturas, y ha sido la mejor de la década. La flota de Cambados, que empezó a trabajar en noviembre extrajo alrededor de 87 toneladas de vieira. "Ha sido genial trabajar con los barcos de la ría de Pontevedra y ésta es la mejor campaña desde que existe Porto Cambados", aseguraba ayer la gerente de la empresa, Mar Ambroa.

Estas tres semanas de trabajo no han sido fáciles para la flota de la ría de Pontevedra, que en los últimos días, salvo contadas excepciones, no ha sido capaz de completar el tope máximo capturas autorizado: 1.000 kilos diarios, repartidos entre todos las embarcaciones. "Es una campaña muy corta y todos los barcos íbamos a tiro fijo, a trabajar más o menos juntos en la zonas en las que sabíamos que había molusco", explica el veterano Darío Campos, armador y patrón del "Zapateiro", de Bueu. "Apenas hubo tiempo para ir a probar unas arrastradas en otras zonas porque te arriesgabas a no coger nada y perder el día", añade José Manuel Agulla, del "Playa de Covelo", también de Bueu.

La campaña arrancó el 6 de febrero, después de que las analíticas ofreciesen resultados satisfactorios en las tres zonas de trabajo en las que se divide la ría de Pontevedra. Durante los primeros días las embarcaciones se concentraron en el entorno de un ámbito conocido como Os Bois, en Raxó. Enseguida se desplazaron hacia la isla de Tambo, que forma parte de la Zona III, y hacia la Zona II, que es la más amplia de la ría. Sin embargo, esta semana la flota tuvo que trasladarse hacia la Zona I, en la ría de Aldán, debido a que la toxina ASP o amnésica obligó a cerrar la zona III y los bancos de vieira de la Zona II comenzaron su desove, con lo que el marisco perdía valor e interés comercial.

El ámbito de Aldán es el más pequeño y durante esta semana las embarcaciones fueron incapaces de llegar a las cuotas máximas. De hecho, ayer las capturas conjuntas no llegaron siquiera a los 500 kilos. "Los tres capachos que conseguimos llenar ya los teníamos a las diez de la mañana. Pensamos que no íbamos a tener problema para cumplir el cupo pero en el resto de arrastradas no venía nada", contaban varios marineros a su llegada a la lonja de Bueu en el último día de la campaña.

Trabajo positivo

Los resultados no son todo lo buenos que el sector desearía, pero la situación tampoco ha sido una sorpresa. "La mejor época es entre noviembre y enero, que es cuando el marisco está más lleno", contaban algunos. Otros preferían ver la parte positiva: "Este recurso necesita que lo trabajen. Todo lo que hicimos durante estas semanas es bueno para el año próximo porque se movieron los fondos, se dispersó la vieira para formar nuevos bancos y se retiró aquella que estaba podre", cuenta Darío Campos.

El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, califica de "positivo" el resultado de la campaña y recuerda que la flota de la ría de Pontevedra "no puede ir a trabajar cuando quiere, sino cuando la toxina lo permite.

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