La sesión de ayer fue la que congregó a más vecinos de Aldán que acudieron a apoyar al demandante, José Bermúdez, en su lucha por que se reconozcan los presuntos montes comunales de Aldán. Más de medio centenar de personas aguantó estoicamente un juicio técnico y que se prolongó durante cinco horas. A la salida, una vez más, los intentos de los abogados de las mercantiles demandadas por poner en cuestión la legitimidad del demandante y de los testigos de parte fueron lo más comentado.
Los vecinos manifestaron su descontento por la actitud de varios abogados, minimizando la importancia de la declaración de las dos vecinas que habían testificado recordando el aprovechamiento colectivo del monte durante su infancia. También incidieron en cuestiones personales de José Bermúdez, poniendo en duda incluso su condición de residente en Aldán.
"Entendemos que cada parte defenda os seus intereses, pero cremos que nos faltaron ao respecto e iso é algo que non podemos consentir", explicaban a la salida. Llegaron en un autobús y portando una pancarta con el lema "O monte é noso".
Resignados, valoraron que por lo menos haya concluido un juicio por el que esperaban desde hacía más de una década.
Paciencia
Con el caso ya visto para sentencia, al regreso a la parroquia canguesa de Aldán hacían cuentas sobre el tiempo que puede tardar la juez en dictar la sentencia. "Ahora nos toca tener paciencia", reflexionaron. Y es que el retraso en el juicio implicó que cinco de los siete testigos propuestos por los vecinos hayan fallecido antes del inicio de las vistas.
