Es una de las citas más esperadas cada Navidad en Cangas: la apertura del belén que elabora Francisco Martínez, una costumbre heredada de su padre y que se remonta a hace casi 65 años. El nacimiento de este año se puede visitar desde este fin de semana e incluye algunas novedades. La más importante es la presencia de un imponente acueducto de diez arcos, que transporta agua desde la montaña hasta un pueblo. La construcción está realizada en porexpán, imitando la piedra, y alcanza una longitud de 1,10 metros y una altura de 65 centímetros. "Es quizás la principal novedad. A su alrededor se fue organizando todo el belén, que este año es bastante voluminoso y verde", cuenta el vecino cangués.
El nacimiento de esta Navidad refleja la imagen de una comarca gallega, con un río, una orografía sinuosa y el acueducto que une dos poblados. A lo largo de sus casi 24 metros cuadrados de superficie se reparten alrededor de 300 figuras, incluyendo un grupo de herreros que hacía años que no se colocaba, numerosos animales o una Virgen embarazada. "La figura del Niño Jesús la ponemos el día de Nochebuena", explica Francisco Martínez. Entre tantas figurillas también hay algunos guiños hacia los más pequeños para que se enganchen a esta tradición.
La recreación del nacimiento es tan real que incluye el ciclo de un una joarnada completa con cuatro fases: amanecer, día, atardecer y noche, con los sonidos característicos de cada momento, como el canto de los pájaros al romper el día o el de los grillos por la noche.
El belén se puede visitar en el número 3 de la calle Berbetaña hasta el próximo día 6 de enero, en horario de 17.00 a 20.30 horas, aunque desde la mañana ya es perfectamente visible por la ventana. Hoy acudirán a visitarlo a partir de las 20.00 horas los integrantes de la Coral Lestonnac, que aprovecharán para cantar algunos villancicos navideños.
