La posibilidad de que la flota de Bueu pueda salir por segundo año consecutivo a extraer vieira es ahora mismo una posibilidad bastante lejana. A pesar de que en un principio se pensaba que la segunda analítica realizada en la ría de Pontevedra había arrojado un resultado favorable, poco después la resolución del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) corregía esa interpretación. Según el muestreo realizado en la Zona II, que se corresponde con la parte central, los índices de toxina ASP o amnésica son demasiado elevado, aún incluso para la comercialización de la vieira eviscerado.
Este mal resultado se une al que ya se había detectado anteriormente en el fondo de la ría. Por ello de momento se frenó la analítica que estaba prevista para la Zona I (en la bocana de la ría) y se dejará un tiempo de margen antes de volver a muestrear las zonas de producción. Es todavía pronto para aventurar si este cierre se prolongará hasta las fechas previas a la navidad, pero lo que sí está claro es que el índice de toxina está bastante por encima de los límites permitidos. La situación es similar en la ría de Vigo, con todas sus zonas de producción cerradas.
En lo que respecta al mejillón, todos los polígonos bateeiros de la ría de Pontevedra permanecen cerrados debido a la presencia de lipofílicas. Los que estuvieron más tiempo abiertos fueron los Portonovo -que están en aguas de Combarro- y que cerraron entre mediados de octubre y principios de este mes de noviembre. En la ría de Vigo solo hay un parque bateeiro abierto, que es el Cangas E, situado en Domaio. Los últimos en cerrar fueron los otros dos polígonos moañeses situados en Tirán y Meira, que cerraron el 3 y 4 de noviembre respectivamente.
