La tranquilidad que se respira cotidianamente en los cementerios se ve estos días alterada por la presencia masiva de visitantes que acuden a las tumbas de sus familiares y allegados ya fallecidos, a los que tradicionalmente se honra con más boato coincidiendo con las celebraciones de Todos los Santos y Difuntos. No fue menos en los 13 camposantos de la comarca, que durante las últimas semanas han sido objeto de acondicionamiento por los concellos de Bueu, Cangas y Moaña, y decorados por los particulares con flores y cirios que dinamizaron la actividad comercial de estos productos para conmemorar la jornada más concurrida del año, aunque de forma más escalonada que otros años al ser hoy un día no laborable. Por ese motivo, las visitas masivas continuarán, previsiblemente, hoy.

Para mejorar la fluidez del tráfico y evitar atascos, los departamentos de Policía establecieron dispositivos especiales -con el establecimiento de sentidos únicos de circulación en algunos puntos- para regular la circulación, que también se vio favorecida por el buen tiempo, ya que muchos visitantes residentes en las inmediaciones de los cementerios optaron por desplazarse a pie. En el camposanto de Bueu se recomendó el acceso subiendo por la carretera entre O Valado y A Portela y la salida por el vial provincial en dirección a Beluso o A Portela. Desde las tres y media hasta las cinco y media de la tarde, "horas punta" de la jornada, se activó un servicio de autobús desde el centro urbano, con salidas cada media hora.

En Moaña la mayor concentración de visitantes se produjo en el cementerio municipal, en Trigás, donde en los últimos días se produjo un incesante flujo de personas para poner flores frescas y ornamentar las tumbas de sus allegados, y ayer por la tarde coincidieron centenares de visitantes para celebrar una misa de campaña en recuerdo de todas las personas fallecidas. En Cangas, el cementerio de la calle San Xosé también registró su mayor afluencia por la tarde, y varios agentes municipales se encargaron de regular la circulación. El uso como aparcamiento de los terrenos donde debe desarrollarse la unidad de actuación 5, justo detrás del camposanto, sirven de alivio a la hora de ubicar los vehículos. En las parroquias canguesas, solo en Coiro se estableció un operativo de tráfico estableciendo el sentido único de circulación, de bajada hacia Cangas, y desviándose la subida por un tramo alternativo. En Aldán, Darbo y O Hío los agentes municipales no aplicaron restricciones.

Las visitas se prodigaron también en los cementerios de otras parroquias de los tres municipios. En Cela se fijó el acceso por la carretera provincial que sube desde Agrelo por A Torre, Pousada y A Costiña. Para la salida se pudo optar por este mismo vial en sentido Outeiro o bajar hacia el colegio de A Torre, quedando cerrado al tráfico entre el centro sociocultural y el cruce del colegio en sentido descendente. En Beluso los coches accedieron a través de la carretera que baja desde el cruce hacia Cabo Udra y salieron por el camino que comunica A Roza con el vial de la playa de Lagos. La Policía Local aconsejó estacionar en la recta do Peón o en el centro de Beluso por la escasez de aparcamientos en el entorno del camposanto, y en el de Ermelo no hubo incidencias que destacar.

En los cementerios moañeses de Meira y Domaio se adoptaron las medidas de costumbre para paliar los atascos de coches en las horas más concurridas, al igual que en el de Tirán, cuyos angostos accesos y la falta de aparcamientos dificultan la circulación y aconsejan a los visitantes dejar los coches en zonas más alejadas.