Los asuntos económicos volvieron a ser los que más tensión generaron entre el gobierno bipartito BNG-PSOE y PP en el pleno de ayer en Moaña, que también fue maratoniano -pasadas las doce de la noche aún seguía- y en el que se escuchó más, después de meses de casi silencio, al portavoz del PP, José Fervenza, mientras que la alcaldesa, la nacionalista Leticia Santos, se dedicó más a moderar dejando en sus compañeros de gobierno la defensa de los asuntos. Fue el pleno también de la renuncia de la concejala de gobierno nacionalista, Araceli Gestido, que ya la había presentado por registro la semana pasada alegando motivos personales a causa de un embarazo y que se dejó para el último punto del orden del día, en el número 17, antes de ruegos y peguntas, para que gobierno y oposición no estuvieran en empate. En las mesas, los ediles de gobierno colgaron carteles de apoyo a la flota del cerco.
No faltó mano dura a la alcaidesa para mantener el orden en la sala y tanto mandaba callar a los concejales de oposición como en alguna ocasión también a la teniente de alcalde, la socialista Marta freiré, enzarzados en reproches de una a otra bancada.
en un asunto que siempre en los últimos años se había llevado a los plenos con el consenso de la corporación, como era la elección de juez de paz, en este caso no se consiguió. Se decidía entre seis candidatos, entre ellos el actual juez, Enrique Pedrero, que se volvía a presentar, pero resultó elegido Jacinto García Piñeiro, profesor de Historia y vecino de Moaña, mediante votación secreta en urna, en la que el PP no entró y que se saldó con los diez votos a favor del BNG, PSOE y del concejal independiente de XM, Javier Carro. Ya se sabía de antemano que había fricción en la corporación y el PP lo demostró, cuando el concejal, que hace las veces de portavoz municipal, José Gallego Juncal, pidió que se retirara el asunto del orden del día para que decidiera el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Aludía a que la corporación siempre por consenso tomaba el acuerdo que después ratificaba el TSXG y que lamentaba que el gobierno local no se hubiera puesto en contacto con ellos para llegar a ese consenso en un asunto en el que no se debía de jugar a política.
La propuesta de retirada no fue tenida en cuenta. La teniente de alcalde, Marta Freire, señaló que todos los grupos eran conocedores del expediente desde hacía un mes y reprochó al PP que nunca hubiera trasladado esa necesidad de consenso y que era la primera noticia que tenía.
Cada uno de los concejales, salvo el PP, fue depositando su papeleta en la urna y el secretario procedió al recuento de los 10 votos, todos ellos a favor de Jacinto García Piñeiro, presente en la sala y que se levantó de su sillón, en un gesto para saludar tras su elección.
La sesión arrancó con bastante tensión en el punto de dar cuenta de las resoluciones de la alcaldía cuando Juncal preguntó por determinadas resoluciones y la alcaldesa le respondió que no procedía porque era dar cuenta y que le quedaba la opción de hacerlo en ruegos y preguntas. El edil popular dijo que nunca había visto algo así en la corporación y lo calificó de "incomprensible". El debate subió de tono en el punto sexto de la modificación de crédito para transferir 165.800 euros del Patronato al Concello para el pago de facturas. Juncal volvió a insistir en la falta de transparencia porque no aparecían las facturas detalladas a las que se destinaba el dinero y dijo que el gobierno ya había tirado la toalla por la política del empleo y que de seguir así el Patronato iba a desaparecer. Repetió en varias ocasiones que el problema son los tres sueldos del gobierno que le cuesta a un concello que no tiene capacidad. Les reprochó también que, teniendo mayoría, no hayan presentado todavía unos presupuestos.
