Luis Dios, Alfonso Varela, Fernando Campos, Javier Campos, Juan Puente y Eduardo Barreiro no olvidarán, a buen seguro, el Encuentro Grandes Viajeros que se celebró entre el viernes y el domingo en A Estrada. Organizadores del certamen, volcados para mimar hasta el más pequeño detalle sin dejar nada al azar, no contaban con que podrían ser ellos los últimos sorprendidos. Y, realmente lo fueron. La meticulosa labor que desarrollaron conformó un encuentro tan exitoso que en la última iniciativa que habían programado -la visita a los jardines del Pazo de Oca, que le han hecho merecedor del sobrenombre de Versalles gallego- recibieron el aplauso unánime y la formación de un pasillo de honor para agradecerles su labor cuando salían del Pazo de Oca.

Luis Dios admite que en ese punto las emociones se desbordaron. Los moteros de toda España e incluso de Portugal y Francia que secundaron el encuentro se fueron "encantados", felicitándoles por una organización impecable y por el comportamiento "del pueblo, del Concello" y de "los medios de comunicación". A todos ellos quiere agradecerle también la organización su apoyo. Los visitantes solo tuvieron irónicas "quejas" por la abundancia del pulpo que degustaron al mediodía del sábado y por la opípara cena con "queimada" y "conxuro" final en gallego de los que disfrutaron el sábado. "Nos decían de broma que habían pasado sin cenar", sonreía Dios.

Y con estas credenciales -un pueblo acogedor, una gastronomía de lujo y recursos turísticos de primer orden- muchos de los "grandes viajeros" se despidieron prometiendo volver para disfrutar con más tiempo de A Estrada, un municipio lleno de atractivos que el Grandes Viajeros les ha puesto en el mapa.