El alcalde de A Estrada, José López Campos, salió ayer al paso de la exigencia de explicaciones de la líder de Móvete, Mar Blanco, acerca del destino de la piedra del recientemente derribado chalé de los Campos en los terrenos expropiados para ampliar la alameda. Mientras que Blanco indicaba que se había "comprobado que los antiguos propietarios no la recibieron", López reiteró -como ya había avanzado en el pleno- que le consta que un representante de la familia en cuestión se llevó parte de la piedra después de que el alcalde pusiese en contacto a la familia -para la que la piedra tenía un cierto valor sentimental- con la empresa que derribó el chalé.Solo un tercio de la edificación era piedra. Y la empresa -ante el interés de la familia por obtener la piedra- dejó claro que no podía sacarla piedra a piedra porque ello retrasaría y encarecería la obra. No obstante, le dijo a la familia que se podía llevar la piedra que quisiera. Y así ocurrió. Está "acopiada en una finca", afirmó el munícipe, dejando claro que eso no tiene nada que ver con el Concello. Este está al margen porque, tras la licitación de las obras de demolición de las edificaciones y de acondicionamiento de los terrenos de ampliación de los jardines, los residuos resultantes de esos trabajos pasaron a ser de la empresa adjudicataria de las obras. De hecho, apuntó López, ese es el motivo de que el procedimiento contemplase un presupuesto de 60.000 euros para efectuar los trabajos y finalmente estos fuesen licitados por 38.000.

Esa rebaja en el precio, señaló, está relacionada con la "gestión de residuos". En unos casos, estos le ocasionan un "coste" a la empresa -porque hay que llevarlos a una planta de gestión de residuos, como ocurre con el amianto, el ladrillo o el hormigón, por ejemplo- y, en otros casos, tienen un "valor". Este es el caso, por ejemplo, de la teja y de la piedra.

Mientras que Móvete afirmaba que la piedra tenía cierto valor económico y los vecinos tenían derecho a saber adónde iba a parar, el alcalde aconsejó a Mar Blanco "conocer las cosas" antes de "hablar" , preocupándose de conocer el proyecto de demolición que tiene a su entera disposición -como le corresponde hacer a un concejal para seguir de cerca la gestión municipal- en vez de hacer política a golpe de "redes sociales". Señaló que los técnicos municipales consideraron la piedra como un residuo. Al ser demolida la casa por empuje, salió "muy deteriorada". Lo que le importa al alcalde "es "el proyecto de los jardines, que recibiremos este mes y va a cambiar la fisonomía urbana de A Estrada", sentenció.