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Santiago Martínez Suárez: "Nuestro sistema educativo no premia la intervención y la oralidad"

El consultor imparte un curso de oratoria y debate de dos jornadas en el IES Nº1 de A Estrada

Santiago Martínez, durante una de sus ponencias.

Los estudiantes de cuarto de ESO del IES Número 1 de A Estrada tendrán oportunidad de aprender oratoria y también las claves para saber convencer en los debates de la mano del campeón nacional de oratoria y debate Santiago Martínez, un hombre que instruye a políticos nacionales e incluso extranjeros. El taller sobre oratoria y debate arranca hoy en el IES Número 1 de la mano de Acrofam. Continuará el día 23 de enero.

-¿Cuál es el objetivo de esta actividad?

-El objetivo es mostrarle a estos chicos una serie de técnicas de tienen que ver con el desarrollo en cuanto a la expresión oral y la oratoria. La importancia de la comunicación en cualquier ámbito profesional que se vayan a desenvolver el día de mañana. Se trata de desarrollar una serie de habilidades que normalmente no se incluyen dentro del programa académico reglado. Lo que se quiere fortalecer desde los colegios son esas habilidades. Por otra parte también hay una parte en la que se trabaja la pérdida del miedo a hablar en público, algo que a esas edades es algo importante para que aprendan a dar un paso adelante. Tenemos además un sistema educativo que no premia la intervención espontánea de los alumnos. Los alumnos suelen se reticentes a levantar la mano o a responder cuando los profesores preguntan. Eso demuestra que nuestro sistema educativo no premia la intervención y la oralidad.

-¿Cómo se organiza?

-En la primera de las sesiones abordaremos diferentes técnicas de oratoria y diferentes técnicas para expresarse mejor. Analizaremos también diferentes formas de persuasión. En la segunda sesión vamos a enseñarles diferentes técnicas de debate y la importancia de saber argumentar una idea. Es bueno que la juventud tenga también un poco de pensamiento crítico y sepa investigar sobre un tema para ver diferentes puntos de vista sobre él. De esa manera podrá dar diferentes argumentos para defender su postura. Es un ejercicio dialéctica pero en cierto modo también de crítica y tolerancia. Una postura nunca debe ser extrema. Deben ver que hay términos medios en los que se puede confluir. A veces es necesario acercarse a la gente que opina diferente.

-La capacidad para expresarse en público o debatir es algo importante en muchos puestos de trabajo sin embargo está muy olvidado en nuestro sistema educativo.

-Ahora los gobiernos y las asociaciones educativas empiezan a darse cuenta de la importancia de estas habilidades pero es cierto que hay un desfase entre el sistema educativo y la demanda empresarial. Llevamos años observando como las empresas demandan muchísimo personas que tengan capacidades relacionadas con la expresión, con la comunicación, con el dominio escénico y con la interacción social. Básicamente es saber hablar, transmitir y convencer. Llegan tiempo buscando esos perfiles y tienen problemas para encontrar personas que se desenvuelvan en ese sentido. En parte es una carencia de nuestro sistema educativo. Cursos como el que vamos a hacer en A Estrada es un reflejo de que las cosas empiezan a cambiar un poco.

-Trabajan sin embargo en su escuela con diferentes perfiles, incluso usted ha trabajado estos aspectos con políticos.

-En la escuela el perfil es muy heterogéneo. Nos sorprendió la cantidad de gente que viene de profesiones liberales, funcionarios, empresarios, estudiantes... Tenemos de todo. Es sorprendente incluso la mezcla de edades. Tuvimos algún político, en el ámbito principalmente municipal. Fuera de la escuela, yo particularmente trabajo en el marco de la consultoría política. Ahí sí que trabajamos por ejemplo con presidentes y políticos de varios países, principalmente de Sudamérica.

-¿Los chavales son más permeables a la hora de aprender?

-Sí, precisamente por esa permeabilidad y por esa capacidad de aprender, lo que hacemos en los centros escolares es abrirles un poco los ojos sobre la necesidad de, además de sacar buenas notas, dominar una serie de habilidades sociales o emocionales que les servirán para desarrollar su marca personal el día de mañana. El mercado antes buscaba empleados, ahora buscan gente empleable, que esté en constante crecimiento.

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