Rodeiro registró ayer el sexto incendio en inmuebles de los últimos tres meses en la comarca dezana. El fuego se declaró a las 9.00 horas y destruyó una antigua vivienda de caseros contigua a una residencia en Leboro, lugar de la parroquia de Río. En el edificio vivía un trabajador de la casa de nacionalidad portuguesa, que fue quien dio la voz de alarma, y servía de almacén y despensa. Las llamas calcinaron varios muebles antiguos, congeladores e incluso la carne de la matanza realizada por los propietarios del inmueble esta misma semana. Fuentes consultadas del parque intercomarcal de bomberos indicaron a esta Redacción que, de nuevo, un cortocircuito fue la causa del siniestro debido al mal estado de mantenimiento del servicio eléctrico del lugar.

Según informaron desde el parque de bomberos, la llamada de auxilio fue recibida a las 10.53 horas por parte del particular, y dos minutos después a cargo del 112 para advertir del incendio. Cuatro bomberos, un autobomba urbano ligero y un vehículo de mando fueron los medios empleados en los trabajos de extinción junto a dos vehículos más del GES Lalín, y efectivos de la Guardia Civil. El fuego se controló de manera muy rápida porque cuando llegaron los equipos de emergencia ya había colapsado el techo compuesto por vigas de madera y uralita, además de calcinar lo que había en el interior del edificio. Fueron necesarios un total de 14.000 litros de agua y espuma para terminar de enfriar la zona, en unas tareas que se prolongaron hasta las 13.45 horas aproximadamente. Miembros de la familia propietaria de la vivienda y representantes municipales también estuvieron presentes durante los trabajos que llevaron a cabo los distintos servicios de emergencia que acudieron tras la alarma.

Chispas fatídicas

El siniestro de Leboro se convierte en el último episodio de una negra estadística de incendios urbanos provocados por cortocircuitos que se inició el pasado mes de octubre en una granja de Goiás, donde fueron calcinados un tractor y una empacadora. En noviembre pasado también el fuego hizo acto de presencia en Desguaces Rolán de Silleda, calcinando material plástico y textil en su nave de Negreiros después de que las llamas partieran de uno coche en el que trabajaban varios operarios.

En diciembre se registraron tres nuevos siniestros incendiarios en Lalín. Las llamas arrasaron de madrugada una cafetería en la Rúa del Puente y obligaron a desalojar el bloque de viviendas donde se encontraba, y ese mismo día el fuego afectó a una pajar donde se guardaba un tractor y un turismo, que resultaron completamente calcinados. Además, en un alpendre de Donsión también fueron calcinados un tractor y variada maquinaria tras arder un gran número de rollos de hierba seca que se almacenaban en su interior propagando las llamas.