El anuncio de licitación del nuevo centro de salud de A Estrada no le ha despegado del ordenador. Al traspasar el umbral se le ve enfrascado en la documentación que revisa. Son poco más de las diez de la mañana y todavía queda mucha jornada en la Alcaldía, inusualmente tranquila en una última semana del año que da para enmarcar: sentencia favorable del Supremo en relación al Plan Xeral; anuncio de expropiaciones para continuar la autovía; ampliación de la alameda municipal y, ahora, el empujón definitivo a una nueva infraestructura sanitaria. Aunque el broche que cierra este 2017 le satisface, el alcalde de A Estrada, José López Campos, tiene también sus propósitos y deseos para el año nuevo. Mientras muchos ciudadanos se dispondrán después de comerse la última uva a apuntarse al gimnasio o salir a correr para quemar los excesos de estos días, el primer edil estradense traza un círculo rojo en su agenda sobre dos grandes nombres: autovía y variante.

-La última semana de 2017 parece haber sido una semana histórica. PXOM, autovía, alameda y centro de salud. ¿Qué ha pasado?

-Este es el resultado, en muchos casos, de cuatro años de trabajo intenso. Yo creo que las cosas no salen porque sí y las coincidencias no existen. A veces nos frustramos un poco porque los grandes proyectos significan que tienes que estar muchos años en la sombra trabajando y la gente no percibe toda la cantidad de trabajo que hay detrás de esas iniciativas. Pero sí es cierto que cuando uno ve los resultados, después de 3 o 4 años de trabajo, produce una gran satisfacción. El año 17 fue un año muy intenso. Creo que a nivel infraestructuras es difícil, yo creo que casi imposible, que se vuelva a repetir un final de año como este. Tenemos la escuela infantil en marcha, que se va acabar en el primer trimestre de 2018 y que era una reivindicación de hace más de 15 años de las familias estradenses; tenemos la autovía reactivada otra vez, que sigo diciendo que es la infraestructura de comunicación más importante que tenemos y que nos pondrá en el mapa de las infraestructuras y vertebrará Galicia, pero no nos podemos conformar con el primer tramo.

-Avanzó el otro día que para A Estrada el subtramo anunciado no será suficiente...

- Tengo pendiente una entrevista con el presidente. Hasta ahora cumplió escrupulosamente los compromisos que teníamos pero le trasladaré que A Estrada necesita que esa autovía llegue a la zona de Vea. Tiene que ser nuestro objetivo. Ya sé que sin primer tramo no hay segundo tramo. Lo sabemos y lo entendemos todos pero no puede haber un primer tramo sin segundo. Tenemos que intentar compaginar las actuaciones para que, en el momento en arranquemos las obras de la primera fase, iniciemos ya las actuaciones de expropiación y el proyecto y la licitación de la segunda. Ese es el objetivo que tenemos que conseguir de la Xunta. Estoy convencido de que la Xunta tiene sensibilidad con esa infraestructura. Aunque es una inversión que ronda los 60 millones de euros, estoy convencido de que el presidente lo tiene en su agenda y lo conseguiremos materializar.

-Semana también en la que la resolución del Tribunal Supremo parece haber librado al PXOM de su espada de Damocles.

-Lo del plan fue el final de un proceso que se inició hace 5 años. Creo que si volviera a nacer hubiera vuelto a ser alcalde solo por aprobar el Plan Xeral. Y lo digo con conocimiento porque fue la experiencia más difícil de mi vida con diferencia, en el plano político y en el plano personal. Nos costó muchísimo, tanto a Berto (el concejal de Urbanismo) como a todos los concejales del equipo de gobierno. A nosotros y a toda la gente que trabajó en el documento nos costó mucho esfuerzo, mucho trabajo, muchas dudas... Fueron momentos muy difíciles. Se judicializó. Fue un tema que tuvo unas repercusiones realmente duras. A veces perdemos la perspectiva de las cosas pero el PXOM era el gran caballo de batalla de A Estrada. No había otro debate en los últimos 25 años que no fuera qué alcalde o qué gobierno sería capaz de materializar el primer documento urbanístico. Pues fue este gobierno con mucho sacrificio pero convencidos de que hacíamos lo que teníamos que hacer, siempre pensando en el interés general. Pues casi 5 años después el Supremo, después de 14 sentencias tanto en el ámbito penal como en el ámbito administrativo por la vía contenciosa, nos vinieron a dar la razón una y otra vez. Y el final de este proceso es que conseguimos un plan al que nadie le cambió ni una coma. Es un plan inmaculado. Eso viene a ratificar nuestro compromiso pero también nuestra honradez y nuestra honestidad. Hoy el plan es una herramienta viva que nos ofrece un montón de posibilidades. De hecho, todo esto que estamos comentando: los jardines, el centro de salud, la escuela infantil.., nacen directamente del Plan Xeral.

-Decía que con todo lo que dio de sí el proceso de aprobación del PXOM se podría haber escrito un libro y que sería un libro con final feliz. El anuncio de recurso ante el Constitucional de Aedru promete secuela...

-Yo creo que ahora ya es un recurso a la desesperada. Siempre defendí y entendí que la gente defienda sus posiciones (?) Lo que no puedo entender ya es que esto se traslade a un ámbito del capricho, a un ámbito personal. Lo de Aedru ya no tiene recorrido. Es simplemente mantener vivo un tema que ya se murió hace tiempo y que el Supremo viene a ratificarlo. (?) El Concello y muchos propietarios que son grandes propietarios de terrenos en A Estrada estamos condenados a entendernos. El plan fue una piedra de toque pero creo que A Estrada, por suerte, en los próximos años va a tener suficiente actividad para que esa gente y otros vecinos cambiemos un poco la mentalidad. Yo creo que estar tantos años paralizados urbanísticamente y a nivel de grandes proyectos igual nos atrofió un poco y no nos deja ver que al final todos somos partícipes del desarrollo. Si A Estrada crece necesitamos que todo el mundo nos acompañe: los propietarios, los vecinos, los empresarios... Creo que ese cambio de mentalidad tiene que llegar con este cambio de año. Estamos en una gran situación para poder ver el futuro con optimismo pero para eso necesitamos también que A Estrada como pueblo despierte

-El jueves, en calidad de representante de todos los estradenses, puso los pies en unos terrenos que acaban de sumarse al patrimonio de todos los ciudadanos. Fue un momento histórico, después de una década tratando de que la alameda municipal pudiese expandirse hasta la calle Castelao. ¿Cuáles fueron sus sensaciones?

-Tengo que reconocer que el estar muy pegado a la calle es bueno pero a veces te genera dudas. Sé que hay debate social en este tema, que hay gente que opina que a lo mejor no es el momento o que no se dan las circunstancias para hacer este proyecto. Estoy convencido de que sí pero también escucho a la otra parte. Lo que me lleva a entender que esto es lo adecuado es pensar en el proceso que se vivió con la Torre de Guimarei. Hoy nadie entiende que en aquellos años 50 el Concello, ante la oportunidad de adquirir esos terrenos, no lo hizo. Esto es parecido. Nadie entendería dentro de 40 años que el Concello, pudiendo adquirir la parcela que más valor urbanístico y patrimonial tiene para los estradenses, no lo hubiera hecho. Hoy lo podemos hacer, y sobre todo con la planificación económica que hicimos. Se planificó desde el año 2013, ahorrando poco a poco. No supuso ningún estrés financiero. Eso nos da la legitimidad. Nunca escondimos este proyecto. Lo teníamos claro: la apuesta por un nuevo modelo urbanístico y la piedra filosofal de la Edusi es la alameda. Nosotros queremos recuperar un entorno urbano único para una ciudad que carece de ellos. Para mí es, a nivel urbanístico, el gran proyecto de futuro de A Estrada y les vamos a dar a las generaciones futuras un espacio del que sentirse orgullosas. Y eso no quiere decir que vayamos a hacer una única zona verde. El PXOM resuelve esta cuestión. Hay que abrir la mentalidad. El plan es una herramienta súper potente. Los jardines es una de las grandes obras que quedarán para el futuro de este gobierno.

-El BNG instó al gobierno a no realizar ninguna obra en los terrenos de ampliación de la alameda hasta que se resuelva el precio final de los terrenos tras el recurso al justiprecio. ¿Teme que pueda llegar a resultar muy gravoso para las arcas locales?

-Cada vez que el Bloque habla de algo me quedo tranquilo porque normalmente siempre pasa lo contrario. No me gustaría que desapareciera del mapa político, porque me parece que es importante dentro de la política local, pero el camino que tienen ese. También nos decían que no desarrollásemos el PXOM hasta que las sentencias vivieran y hubiese sido una parálisis de cinco años. El Concello sabe que tiene una reclamación al justiprecio. La valoración que se hizo no la hizo el alcalde, ni el gobierno ni el PP. Es una valoración de los técnicos municipales que establece un valor a través de los criterios del Plan Xeral. Yo no tengo por qué cuestionar ese valor. Es que no tengo ni capacidad para hacerlo. Los técnicos deciden que los terrenos valen ese dinero y el justiprecio decidirá. No me preocupa porque el Concello tiene capacidad suficiente para afrontar una posible resolución diferente en el tribunal de justiprecio. Lo que no espero es que complique la situación económica del Concello. Lo cogimos en una situación de quiebra técnica y hoy lo dejamos como uno de los concellos más solventes. Como comprenderá todo el mundo, algo de sensatez tenemos: si tengo la mínima sospecha de que esta actuación perjudicaría de manera grave la situación financiera de este concello, yo no lo hubiese hecho. No le va a generar ningún tipo de estrés a nivel financiero a este concello.

-Se espera que la alameda esté en obras en verano, iniciando un cambio en la imagen urbana de A Estrada. ¿Cuáles serán sus atributos?

-Pues lo tenemos en la Edusi. Tengo muy claro hacia dónde tenemos que ir. La Edusi nos dice que tenemos que ir hacia un concello que apueste por la movilidad urbana, que apueste por las personas, por los espacios públicos y por infraestructuras sostenibles. Ganar más espacio en la calle para la gente. Seguimos teniendo un condicionante: la variante. Mientras no resolvamos el problema de tráfico en la N-640, eso nos va a limitar mucho el desarrollo urbano. A Estrada, al final, creció a lo largo de la nacional y nuestro sistema de circulación está muy condicionado por ella. El Plan de Movilidad Urbana que deriva de la Edusi nos va a arrojar mucha luz sobre hacia dónde tenemos que ir. Yo lo que quiero es transformar A Estrada para que sea una ciudad mucho más amable, disfrutable, ganarle espacio a los coches para las personas. Tenemos que recuperar Fernando Conde, la calle Pérez Viondi, avenida de América, el entorno del mercado... Tenemos que darnos cuenta de que aparcamientos en los viales, circulación de vehículos y peatones en espacio para poder disfrutar es incompatible. Como la Edusi se centra más en el desarrollo urbano tendremos que hacer una discriminación positiva hacia el rural y los fondos que tengamos adiciones los tenemos que destinar a las parroquias.

-No me resisto a terminar con una pregunta. Hemos hablado de proyectos de A Estrada que están encauzados o en fase de consecución. Muchos los considerarían avales de cara a las elecciones de 2019. La cuestión es: ¿serán los suyos o los de otro candidato del PP a la Alcaldía?

-Yo lo veo como una cuestión conjunta, de partido. Me siento súper querido. Pero también creo que la política son ciclos y cuando acabe este mandato llevaré 16 años en política. Estuve cuatro años como concejal en un gobierno, cuatro años en la oposición, que para mí fueron los más complicados de todos, reorganizando un partido que para mí estaba dividido y hundido después de gobernar durante 20 años con mayorías absolutas. Reorganizar ese partido, volver a presentarte a unas elecciones y volver a ganar con mayoría absoluta fue el reto más complejo que tuve que asumir en política junto con el Plan Xeral. Y ahora ocho años como alcalde. Son muchos años dedicado a la política. En mi casa me dicen que ya es tiempo de parar. Yo me encuentro con ánimo pero también creo que la vida es más que política. De momento no me lo planteé porque estuvimos trabajando mucho y no tuve tiempo de pensarlo. Será seguramente en el primer semestre del año que viene cuando el partido empiece a tomar decisiones y yo sinceramente creo que uno tiene que ser lo suficientemente inteligente para entrar en los sitios y salir cuando tiene que salir. Yo no soy el que era hace 14 años ni el que era hace seis. Y a veces te planteas ahora mismo si eres un valor y sumas más que restas o restas más que sumas. Al final es una cuestión de decisión y el partido tendrá que valorar. Pero yo creo en la renovación. Y hace dos años no hicimos ese proceso. Apostamos por mantener el equipo y yo creo que después de ocho años hay que tomar decisiones. El banquillo está asegurado. La mayor satisfacción que me llevo es dejar un partido organizado, con gente súper válida y con capacidad para afrontar cualquier reto que se le plantee en el futuro.