El concello, a través de la Policía Local, está facultado para desarrollar su ordenanza municipal de circulación e imponer sanciones por infringirla. Estacionamientos indebidos, prácticas irregulares al volante o la zona azul son algunos de los recursos que pueden, vía multas, dejar recursos en las arcas municipales. Durante el año pasado la cuantía fue exactamente de 90.165 euros; casi 3.000 menos que durante todo 2015. Al cesar, en la práctica, la actividad de la grúa municipal pese a mantenerse este servicio, los ingresos debían ser, en principio, menores ya que las sanciones aplicadas antes por este concepto eran de cuantía elevada.

Por otro lado, el ayuntamiento obtuvo hasta 87.158 euros por la tasa municipal de vados, cuantía que apenas oscila. La compensación telefónica supuso durante el año pasado un total de 37.267 euros; un 6,7% más. Y la ordenanza municipal de terrazas, que pagan los negocios de hostelería por ocupar el espacio público con sillas y mesas, representó algo menos de 12.000 euros tras aumentar la recaudación por este concepto en un año casi un 20%, o lo que es lo mismo, en cerca de 2.000 euros. La tasa por primera ocupación, que también está en parte relacionada con la actividad económica, descendió desde los 7.670 euros de hace ahora dos anualidades a los 1.280 liquidados en el presupuesto municipal durante el pasado ejercicio.