La vuelta al colegio regresa como cada año al finalizar las vacaciones de verano y, con ella, la compra de material para los niños. Gracias a los bancos de libros existentes en los centros educativos desde hace unos años, lo que para los padres supone una liberación y un desahogo para su economía, para los libreros implica una mala temporada de ventas en la que, hasta hace unos años, era la mejor época para el sector.
Las papelerías se encuentran en el momento de mayores ventas por el comienzo del nuevo curso escolar, aunque desde hace unos años diversos factores mudaron esta realidad. Los bancos de libros y las nuevas tecnologías "agudizaron la mala situación de los pequeños comercios de las librerías", según reconoce el responsable de la librería Marxe. Vecinos estradenses del gremio prevén un futuro complicado para el sector. Algún comercio, como la librería Faro, optó por dejar un espacio para puzles y rompecabezas, "para renovarse y abrir opciones", señaló una trabajadora del establecimiento.
Cada colegio e instituto mandó a las librerías de la comarca, como cada año, un listado del material que los profesores realizan antes de comenzar sus vacaciones de verano. En él explican qué libros, cuadernos, colores, bolígrafos o plastilina necesitarán los alumnos. Muchos padres comenzaron a hacer las reservas para el próximo curso escolar de sus hijos al terminar las clases en junio, cuando se envió la lista desde los centros educativos. Otros prefirieron esperar a estas fechas para pasarse por las librerías y encargar el material y cuadernos que los centros piden para cada niño, según explican los libreros consutados por FARO. Estos apuntan que también siempre hay progenitores que acuden a las papelerías después del inicio de clases para comprar lo necesario para el curso.
Los libreros de la zona comentan cómo solo están vendiendo libros de infantil, de primero y segundo de Primaria, de Música e Inglés para el resto de los cursos y algunos para Bachiller, cuando antes era el lote completo. Por otro lado, la mayoría de comercios estradenses no realizaron ningún tipo de oferta, como hace años sí hacían, pues ya "se ofrecen los productos con el precio más ajustado posible", señala una dependienta de la librería Alberte Quiñoi.
En lo que respecta al material escolar, muchos padres ya llevan llenando las mochilas de sus hijos desde hace unas semanas, aunque también hay otros que están esperando a la llegada de las ayudas de la Xunta. Estas subvenciones suelen ser de 50 euros y se conceden según la renta familiar. Los trabajadores de las librerías y papelerías concuerdan al afirmar que los padres de los alumnos de Infantil son los que más dinero tienen que gastar en material. También aprecian que los precios varían mucho según los cursos y los colegios donde estudien los pequeños. Sobre los dibujos, personajes o temáticas preferidas por los niños para adornar sus estuches o mochilas de esta temporada, se mantienen la Patrulla Canina y Mr. Wonderful, aunque Ladybug ganó mucho terreno, según señalan los profesionales del sector.
