La empresa concesionaria del servicio de recogida de la basura en Silleda, Urbaser, concluyó ayer la colocación de contenedores amarillos en el rural del municipio, con la instalación de una veintena de depósitos cuya ubicación aún estaba por definir.

Urbaser remata, así, un proceso que se inició hace un par de meses. Desde abril, se colocaron 126 contenedores para la entrega de envases ligeros en diversos puntos del rural, atendiendo a criterios de población pero también a los puntos con mayor tránsito de vecinos. Para determinar en qué punto se ubicaban estos servicios, se utilizó una ratio de un contenedor por cada 80 habitantes. Cada depósito tiene una capacidad de 800 litros.

Así pues, en los dos últimos meses y desde que los vecinos del rural pueden hacer una entrega selectiva de residuos, se retiraron 2.380 kilos de envases ligeros. Esta cifra da cuenta, de algún modo, de hasta qué punto están concienciados los silledenses a la hora de facilitar el reciclaje y la reutilización de los residuos. El edil de Medio Ambiente y alcalde en funciones, Klaus Brey, indica en este sentido que "los resultados están siendo muy buenos, por eso tenemos que agradecer a los vecinos su colaboración a la hora de apostar por el reciclaje y el cuidado del medio".

En abril, cuando comenzó la implantación de la recogida selectiva en el rural, se remitieron guías informativas a todos los domicilios, en las que se indicaba qué residuo va en cada contenedor y aportando información sobre otras dotaciones como el punto limpio. En concreto, el depósito amarillo, en el que se depositan envases de plástico, bricks y latas, es clave en el proceso del reciclado, ya que permite revalorizar materiales que tardan años, cuando no siglos, en degradarse, como es el caso del aluminio (que precisa 400 años para destruirse), el plástico (500 años) o el latón (entre 20 y 40 años).

Colectores de carga lateral

Desde el ejecutivo socialista se hace un llamamiento a los vecinos para utilizar de la forma más idónea posible los contenedores de basura, ya que con un reciclado adecuado se contribuye a preservar el medio ambiente pero también se baja el coste que debe abonar el Concello a Sogama por el tratamiento de la basura.

En el caso de las parroquias ubicadas al pie de la N-525, entre Taboada y Lamela, se colocaron contenedores amarillos pero también de materia orgánica, de carga lateral. Esta dotación se suma a otras iniciativas recientes como la instalación de dos mini puntos limpios en los cascos urbanos de Silleda y A Bandeira, así como a las recogidas de plásticos agrícolas y de silo que se realizan cada cierto tiempo.