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La Xunta exige evaluación de impacto ambiental para la deforestación de una parcela en Catasós

La transformación de media hectárea de bosque en suelo agrícola tiene informe favorable de Medio Rural, pero Medio Ambiente entiende que puede tener "efectos significativos"

La Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático de la Xunta de Galicia propone formular el informe de impacto ambiental del cambio de uso de suelo forestal a agrícola de una parcela en la parroquia lalinense de Catasós, a poco más de un kilómetro del Monumento Natural de la Fraga de Quiroga. La resolución no exime al promotor de obtener cuantas autorizaciones, licencias, permisos o informes sean necesarios para la ejecución del proyecto, que afecta a una parcela de 0,47 hectáreas, situada en el lugar de Celemín y con 678 árboles inventariados.

"No es posible concluir que el proyecto no va a producir efectos significativos sobre el medio ambiente", reza el informe de los técnicos de Avaliación Ambiental, que consideran necesario someter la iniciativa a "una evaluación de impacto ambiental ordinaria". A la vista de los informes y de las alegaciones recibidas en la fase de consultas, entienden que no es suficiente con la "evaluación simplificada". Siete de los ocho organismos consultados emitieron informes, mientras que las alegaciones corresponden a Asociación Autonómica Cultural e Ambiental Petón do Lobo y Asociación Galega Cova Crea.

El promotor, que tiene una explotación de vacuno de leche y porcino en Maceira, pretende eliminar una masa forestal para crear pastizales. La superficie está formada por una masa mixta de montes de Galicia de más de diez años de edad; en concreto, el inventario de masas recoge la existencia de 411 robles ( Quercus robur), 170 abedules ( Betula celtiberica), 97 castaños ( Castanea sativa) y algunos avellanos ( Corylus avellana). Para convertir la parcela en prado se realizará la roza del mato, la tala del arbolado y la eliminación de los tocones mediante trituración, para después arar y sembrar hierba del género Lolium (raigrás).

La Consellería do Medio Rural, a través de su servicio provincial de Montes, informa favorablemente la solicitud del cambio de actividad de forestal a agrícola. En cuanto a los organismos consultados, los hay que no ven necesidad de establecer medidas correctoras, como las direcciones generales de Patrimonio Cultural y Patrimonio Natural, si bien esta última dice que "debe minimizarse el impacto generado", estableciendo medidas preventivas para "preservar hábitat y fauna".

El Instituto de Estudos do Territorio advierte de que "la tala de masas arboladas de especies autóctonas integradas en bosques influye de modo negativo en el paisaje", con un "efecto particularmente significativo" en este caso al generar una "isla de prado, con la consiguiente pérdida de continuidad y de conectividad" del bosque. Cree que "solo se debería autorizar" si el promotor acreditase las razones en las que se fundamenta la tal y "su imprescindible necesidad para el mantenimiento de la explotación". En ese caso, establece "medidas mitigadoras" a adoptar.

En la misma línea se manifiesta la Sociedade Galega de Historia Natural, al considerar que la finca forma parte de la masa forestal protegida de Catasós y que hay tierra agrícola en el contorno. Asimismo, el Consello da Cultura Galega, aunque entiende que el aumento de la base territorial de las explotaciones ganaderas "debe tener carácter estratégico y prioritario en la política agraria", concluye que "la transformación no debería realizarse", porque "incide en un hábitat natural de interés comunitario".

Por su parte, el Concello de Lalín señala que el contorno de la parcela, en plena cuenca fluvial del Rego de Quintela, dista 1.020 metros de la Fraga de Quiroga y que la zona está catalogada como Solo Rústico de Especial Protección Forestal en el Plan Xeral, por lo que no procede el cambio.

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