La participación en el referéndum del domingo fue baja, superando en apenas una cuarta parte el total del censo de 7.935 electores. Sin embargo, el debate estuvo, y está, muy vivo en la calle, no solo anteayer, sino desde varias semanas antes, una vez que el Consejo de Ministros dio luz verde a la consulta, el pasado 24 de marzo. Las redes sociales sirven, también, para que políticos y vecinos de a pie, amén de empresarios y locales del municipio, se postulen a favor y en contra del traslado.
Es obvio que la marcha del consistorio a las dependencias de la Casa da Cultura supondrá una pérdida de clientela para, sobre todo, los establecimientos hosteleros de la rúa Trasdeza y las aledañas. Alguno de estos locales, caso del histórico Café Bar Lago, manifestaba en la red social Facebook, el mismo día de la consulta, su apoyo a la que tilda de "a nosa casa do concello", acompañada de una foto de la actual sede municipal.
Otra cuestión que también tendrá que valorar el gobierno de Cuiña es si, en un futuro, reordena el tráfico en la Rúa do Agro, enfrente de la actual casa consistorial. El año pasado se decidió que pasase a ser de sentido único para así disponer de más plazas de aparcamiento. Antes, los estacionamientos en doble fila generaban continuos atascos.
