La buena afluencia de visitantes a la XLIV Festa do Salmón de A Estrada del pasado domingo habría situado a la cita gastronómica por excelencia de la villa entre las mejores de los últimos años, pero este resultado positivo se vio empañado por el error organizativo que impidió que todos los visitantes pudiesen probar los pinchos en la degustación popular, al acabarse las bandejas -con dos raciones cada una- en menos de dos horas.

El teniente de alcalde y concejal de Cultura de A Estrada, Juan Constenla, explicó ayer que en la taquilla se despacharon 2.300 tiques y que la organización frenó la venta nada más darse cuenta de que ya no quedaban raciones para ofrecer a los visitantes. Inicialmente, se había anunciado que los diez establecimientos que se comprometieron a elaborar pinchos para esta degustación prepararían entre todos un total de 5.000, es decir, 2.500 bandejas. "A los que habían comprado el ticket y no pudieron adquirir los pinchos se le reintegró el importe de los mismos", recalcó Constenla, que cifró en unos cien los reembolsos. "Había demanda para más", dijo, pero fue materialmente imposible atenderla.

Ahora toca hacer balance. "Hasta que no cerremos cuentas y hagamos recuento no podemos decir con exactitud lo que pasó", admitió el edil, que esta semana tiene previsto convocar a los establecimientos hosteleros participantes para analizar los aspectos relativos a la organización del evento y concretar cuáles fueron los errores. Al margen de lo que dé de sí este encuentro, el gobierno local tiene claro que algo hay que cambiar y lo hará ya la próxima edición. Quiere "dar una vuelta de tuerca" a la fiesta y reformular el sistema de la degustación popular. "Tal y como vimos en estos dos últimos años la afluencia de público se estuvo incrementado", señaló Constenla, y en vista del este crecimiento, considera necesario "articular un sistema para que todos los que se acerquen no se queden sin degustar las especialidades de cada uno de los hosteleros", como ocurrió el domingo.

El concejal aclaró que en las reuniones llevadas a cabo con los establecimientos participantes para organizar la degustación popular se tuvo en cuenta sus opiniones y criterios, puesto que "son más sabedores de las peticiones de la gente", por lo que se tuvo en cuenta "la previsión de otros años", aspecto este último que tendrá que repensarse para "en próximas ediciones cumplir expectativas". Por el momento, Constenla no se aventura a avanzar cuál podría ser la fórmula más idónea para garantizar el abastecimiento de pinchos. "Vamos a estudiarlo", señaló.

En vísperas de la cita gastronómica, las estimaciones del Concello eran que pudiesen acudir a la fiesta más de 10.000 personas. La tarde del domingo hacían ya balance al respecto, indicando que, según cálculos de Protección Civil, a lo largo de todo el día se pasaron por la villa, efectivamente, unos 10.000 visitantes.

En la plaza y en terrazas

Lo cierto es que el entorno del Novo Mercado fue un hervidero desde el mediodía hasta alrededor de las tres de la tarde. Los pinchos comenzaron a servirse al mediodía y se agotaron en apenas dos horas. Entre los que pudieron degustarlos, unos optaron por hacerlo en el entorno de la plaza y otros se los llevaron en bolsas para acompañar en alguna de las terrazas de los establecimientos aledaños.