Un año más, el solemne acto de entrega del Premio á Muller Empresaria Dona Maruja Gutiérrez del Concello de Lalín resultó entrañable y emocionante tanto para las galardonadas como para el centenar de presentes en el museo municipal de la cabecera comarcal dezana. La ceremonia comenzó con la bienvenida de la edil de Igualdade, Celia Alonso, a los presentes diciendo a las premiadas que "representáis a todas esas mujeres que hay en Lalín que tienen unas vidas muy parecidas a las vuestras". La técnica de Igualdade Susi Payo ejerció de maestra de ceremonias del evento, realizando una breve glosa de todas las premiadas antes de que se les hiciera entrega de un ramo de flores y una placa conmemorativa. Antes de ello, un cuarteto de cámara del Conservatorio de Lalín interpretó una breve pieza que sirvió de introducción al reparto de galardones que dio comienzo con el de la catalana Cristina Martínez, que recibió su premio del apartado de joven empresaria de manos de la edil Celia Alonso, y se dirigió a los presentes agradeciendo a sus empleadas y a su pareja el apoyo recibido, así como "a todo el pueblo de Lalín por lo bien que me habéis acogido desde que llegué aquí".

Por su parte, Raquel Doallo, galardonada como empresaria innovadora, recogió el premio de manos de la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, y terminó su discurso visiblemente emocionada después de destacar las muchas y buenas amistades que hizo en Lalín a donde llegó desde su Ourense natal. Mucho más breve fue la intervención de María Blanco, que ha sido premiada en "Mulleres en movemento", a la que le entregó su galardón la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva. Blanco, también muy emocionada, dedicó su premio "a todas las mujeres, pero en especial a las maltratadas". La última en recibir su "Maruja Gutiérrez" fue Dolores Soto como reconocimiento a toda una vida de trabajo. Rafael Cuiña, alcalde de Lalín, le hizo entrega del reconocimiento antes de que la propietaria de Casa Sanmartín dirigiera unas palabras a las presentes para agradecer a familia, amigos y vecinos el galardón.

Los políticos fueron los encargados de subir al estrado en la recta final de la ceremonia, empezando por la secretaria xeral de Igualdade. Susana López Abella señaló que las premiadas ayer en Lalín son mujeres que "consiguen destacar en sus ámbitos profesionales poniendo de relieve no sólo el patrimonio cultural de Lalín, sino también de Galicia". Por su parte, Carmela Silva dedicó su parlamento a recordar la figura de su propia madre, de la que recordó que había sido una vecina de Fonsagrada emigrada en Vigo, donde trabajó como limpiadora, "un trabajo duro y muy mal pagado". Silva indicó que su madre cumplirá este domingo 91 años y que "mi madre es todas las madres y todas las abuelas gallegas que tanto tuvieron que sufrir". La presidenta del organismo provincial no dudó en afirmar que el acto lalinense fue "el más hermoso que hoy (por ayer) se está haciendo en toda Galicia".

Por último, la anécdota de la tarde-noche en el museo lalinense estuvo protagonizada por el alcalde de Cuiña, que se arrancó en catalán para felicitar a Cristina Martínez después de destacar la valía del resto de premiadas en esta edición.