La maestra centenaria estradense Carmen Conde Présaras lleva desde el martes cosechando el fruto de todo lo bueno que ha sembrado en sus 100 años de vida.

Esta entrañable mujer rezuma bondad, dulzura y la sabiduría propia de quien sigue siendo una infatigable lectora. Ayer, en la fiesta familiar organizada para que sus tres hijos, sus ocho nietos y sus siete bisnietos así como dos de sus sobrinas y sus familias pudiesen soplar con ella las 100 velas de su tarta, la maestra que formó a generaciones de vecinos de Lagartóns se vio sorprendida por un grupo de gaitas y de música gallega enviada por sus antiguas alumnas de dicha parroquia. También la agasajó el martes con tres libros el secretario xeral de Política Lingüistica, Valentín García. "Valentín fue de lo mejor que tuve como alumno", recordaba ayer Carmen Conde con una tierna sonrisa.