Llevar una vida de perros no tiene por qué ser siempre algo malo. Con un dueño responsable y cariñoso, el día a día de una mascota puede tener sus momentos de placer. Con manutención y todos los demás cuidados garantizados, el único anhelo de una jornada perruna parece centrarse en el momento de disfrutar del aire libre, hacer algo de ejercicio para no perder el instinto de poner pies en polvorosa y tener un instante para socializar. Sin embargo, en A Estrada estas mascotas continúan a la espera de que el Concello se decida a crear su patio de recreo.
Fue en diciembre de 2015, por tanto hace más de un año, cuando el grupo municipal del BNG lanzó la propuesta, vía moción, de construir una zona de esparcimiento canino en el casco estradense, un entorno en el que estos animales de compañía puedan andar sueltos, con la debida supervisión de sus responsables. Incidieron entonces los nacionalistas en que esta sugerencia responde a una "demanda social creciente", anticipándose a una posible respuesta contraria subrayando que este parque canino podría tener "un coste cero o muy bajo" para las arcas locales.
En enero del año pasado el gobierno recogió el guante. Aceptó la propuesta del Bloque y se planteó habilitar un recinto cerrado en el que las mascotas puedan correr libres de cadenas y correas, aunque siempre bajo supervisión. Incidió en todo momento en que los propietarios estarían obligados en este parque, como en cualquier otro lugar de la villa, a recoger los excrementos de sus animales, avanzando que estas nuevas instalaciones municipales estarían vigiladas y contarían con unas específicas normas de funcionamiento.
Sin embargo, transcurrido un año, los fieles amigos del hombre continúan sin un espacio en el que estirar las patas con energía, sacudiéndose la modorra del dulce hogar y encontrándose con otros animales. Y es que el Concello no ha decidido todavía dónde situar el parque canino, y no parece que esta incógnita se vaya a despejar de un modo inmediato.
El edil de Medio Ambiente, Juan Constenla, reconoció que las opciones continúan siendo una finca de titularidad municipal frente al Juzgado Número 1; el entorno de la Zona Deportiva y las inmediaciones de A Baiuca. Reconoció el concejal que el proyecto se encuentra en estos momentos parado, a la espera de elegir emplazamiento y sin descartar la posibilidad de que estas instalaciones puedan encajarse en algunas de las acciones que se impulsarán con cargo a los fondos europeos de la Edusi. Mientras, llevar una vida de perro en A Estrada puede no ser, ni mucho menos, algo malo. Pero siempre podría ser más divertido.
