La Asociación de Traballadores de Incendios Forestais de Galicia (Atrifoga) denuncia una falta de previsión y planificación de la Consellería del Medio Rural y manifiesta la existencia de un factor de desestacionalización de los incendios que puso en evidencia su gestión durante el incendio que sufrió la parroquia silledense de Graba en la madrugada del 8 al 9 de diciembre y que afectó a 10 hectáreas de monte raso.
El colectivo profesional asegura que los únicos medios operativos en esa noche era un conductor de motobomba y un agente forestal "que estuvieron trabajando solos durante mucho tiempo". Al no haber ninguna brigada haciendo guardia, se tuvo que solicitar medios de otros distritos lo que según el colectivo "supone una falta de cautela y una negligencia por parte de la jefatura del Distrito XVI al no hacer una correcta previsión ante las altas temperaturas que hemos tenidos estos días y dejando el turno de madrugada sin cubrir". De esta manera, tuvo que intervenir en el incendio la brigada de Tordoia del distrito de Santiago, que contaba con dos bomberos forestales y que tardó más de dos horas en actuar desde que se inició el fuego, indican desde la asociación.
Al contrario de lo que explicó entonces la consellería, Atrifoga sostiene que el resto de los medios no vinieron de distritos cercanos, sino que las brigadas procedían de "zonas muy lejanas" como cuadrillas con base en concellos de Tomiño, Salvaterra do Miño y Muiños, y "cada uno de ellas con tres bomberos forestales", volviendo a contradecir la versión de la Xunta que indicó que están compuestas por 6 ó 7 miembros. Asimismo incide en esto, ya que la propia Consellería estima que el tiempo óptimo de reacción es de 21 minutos y este hecho hizo que la reacción fuera mucho más tardía, oscilando el tiempo entre las dos horas y media y las cuatro horas desde el inicio de las llamas.
En este sentido, el colectivo pone en manifiesto la "nefasta gestión que Medio Rural hace del Servicio de Incendio dejando todo en manos de la improvisación".
Ante tal situación, la Asociación de Traballadores de Incendios Forestales explica que la administración autonómica prescindió a finales de septiembre 436 trabajadores con contrato de tres meses, y el noviembre a 626 con contratos de 9 meses, lo que merma considerablemente los efectivos para la defensa contra los incendios forestales. De la misma manera, denuncian que "el criterio de prescindir de personal por cuestiones económicas cae por su propio peso, sin entrar a valorar los perjuicios ecológicos y sociales o incluso la propia seguridad de los trabajadores",
