El feroz rastro de animales muertos que está dejando el lobo en distintos puntos del municipio estradense en las últimas tres semanas ha disparado la preocupación vecinal. Si los ataques a pequeños rebaños de ovejas y cabras ya habíansuscitado una creciente inquietud vecinal, la guinda y el temor a que pueda atacar incluso "a un niño" la acaba de poner el reciente ataque a perros domésticos registrado en la madrugada del domingo al lunes en el lugar de San Martiño de Barbude.
En torno a las 2.30 horas de la madrugada los perros daban la voz de alarma en el centro del lugar, en el entorno de las viviendas. Según relataron los propietarios de la perrita encadenada a la que dejó herida de muerte al rajarle la barriga, a pesar de que dos pastores alemanes de una finca próxima acudieron a defenderla, el lobo -un ejemplar adulto de grandes dimensiones- no se fue hasta que el dueño de la casa salió armado con un hacha. Muy cerca de allí, horas después aparecía muerto en la cuneta otro perro, al que presuntamente también habría atacado el lobo. Quince días antes, una vecina había visto al lobo merodeando cerca de las casas.
La inquietud por su actuación también está haciendo mella en Paramá, de Santo André de Vea. El presidente de la asociación de vecinos, José Manuel Baños, presentó ayer denuncia ante Seprona en relación con las dos ovejas que aparecieron muertas en una finca en torno a las 19.00 horas del martes pero que presuntamente, dado su evidente estado de descomposición, llevarían muertas varios días. Personal de la Xunta se desplazó ayer hasta la zona para ver la res que quedaba. La otra ya había desaparecido.
Llueve sobre mojado. Y es que en menos de 20 días vecinos de Oca, Moreira y Ouzande también han denunciado ataques del lobo a sus rebaños. Así, el pasado 16 de noviembre un vecino del número 5 del lugar de A Praza, en la parroquia de Oca, denunció un ataque que se saldó con 4 ovejas muertas a escasa distancia del Pazo de Oca. En días previos -como también había ocurrido en Barbude- vecinos del límite de Oca con Loimil habían visto 5 o 6 lobos merodeando por la zona. Posteriormente, el 30 de noviembre, un nuevo ataque perpetrado en Villafruxil de Moreira dejó dos cabras muertas y, finalmente, en la noche del sábado al domingo, un ataque también atribuido al lobo junto a unas casas de Ouzande dejó cuatro animales muertos y dos heridos.
