¡Cuántas veces al llevar a un niño a un parque infantil de bolas sus padres han pensado en que también necesitarían un desestresante así! Pues bien. El estradense Eduardo Coto Villalibre tiene la solución. Es posible olvidar los problemas del día a día y preocuparse solo del aquí y el ahora, fijándose, por ejemplo, el reto de escapar de la prisión Alkatraz.

Esta es una de las propuestas de ocio para adultos -e incluso para niños en fiestas de cumpleaños, en una versión ajustada a su edad- que planteará desde mañana el centro de escapismo franquiciado Eskapapark Compostela que Eduardo Coto Villalibre abrirá mañana en el número 128 de la calle Rosalía de Castro de Santiago de Compostela.

Paradójicamente, la prisión Alkatraz Escape Compostela se convertirá así para Eduardo Coto Villalibre en una salida profesional alternativa a la actividad docente que venía desarrollando en los últimos años y que consideraba "muy estresante".

Licenciado en Filología Inglesa, doctorado cum laude e investigador y docente universitario, le encantaba su faceta de investigador pero "explicarle lo básico" a los alumnos universitarios era harina de otro costal. Desarrolló su labor entre 2012 y 2014 en la Universidade de Santiago de Compostela, formando parte del grupo de investigación Variation Linguistic Change Grammaticalization, y entre enero y junio de 2015 en Santander, en la universidad cántabra. Pero le "estresaba" la docencia y, por eso, decidió labrarse un futuro lejos de las aulas.

Decidió así convertirse en emprendedor. Empezó así a buscar alternativas. La idea de montar un centro de escapismo se le ocurrió acudiendo como cliente al que hay en Vigo. Este vio interesante expandirse y Eduardo Coto se convirtió así en su franquiciadoen Santiago.

En su local hay una cárcel y una estancia con ambientación medieval (que abrirá próximamente) En ambos casos, el juego consiste en que los participantes sean encerrados en grupo -de entre 2 y 6 personas- como reclusos y, en equipo, logren escapar. Ese será el premio en Alkatraz mientras que en la futura sala con ambientación medieval escapar equivaldrá a salvarse de ser quemado en la hoguera.

Pero salir de esos recintos cerrados no es fácil. Como en todo centro de ocio, se paga por entrar. Pero la diferencia radica en que aquí hay que estrujarse el cerebro para conseguir salir. Un circuito de cámaras le permite al carcelero controlar la situación. Afrontar el reto de la fuga, exige que los falsos reclusos se coordinen entre sí, trabajando en equipo. Por eso, podría ser una buena alternativa para que compañeros de trabajo aprendan a hacer piña. También podrán pedir pistas que no les saldrán gratis sino que les restarán tiempo. Resolviendo acertijos y puzzles los jugadores se acercarán a la salida.

También parece un buen plan para los numerosos universitarios que hay en Santiago y hasta para despedidas de solteros. El original photocall del negocio les permitirá inmortalizar en grupo el momento en el que fueron "fichados". En el local habrá también un ranking mensual que dará cuenta de las mejores fugas.

A priori, el centro de escapismo funcionará de 10.00 a 22.00 horas, de lunes a domingo pero en base a reservas, que podrán efectuarse en la web alkatrazescape.com. Aunque a funcionar el lunes, ya suma varias reservas. Y es que es una alternativa más para lograr escapar del aburrimiento.