Se dio a conocer en 2014 organizando una exposición bajo el epígrafe de "Na memoria dos nosos fillos. O pasado visto desde o presente", en la que muchos vecinos pudieron rememorar a los antepasados de su linaje, pero también aquella época gloriosa del wolframio, en la que Vila de Cruces se convirtió en un auténtico hervidero económico y social. Jesús Varela López es un inquieto vecino de Carbia que continúa esa tarea de reunir retazos de la vida de un municipio con un pasado muy interesante. Además, Varela da rienda suelta a su afición poniéndose detrás de la cámara para llevarlas a cabo.
-¿De dónde le viene esta afición por la fotografía tanto antigua como la de hoy en día?
-Yo creo que desde siempre. Recuerdo que con 12 o 13 años me compraron una cámara de fotos, y desde aquel día me quedé enganchado a esto de la fotografía. Y ahora que no me dedico a la carpintería tengo más tiempo para ello.
-¿Cómo se definiría como fotógrafo? ¿Es de los que dispara a todo lo que se mueve o prefiere la elaboración posterior de la foto?
-Esto fue evolucionando con el tiempo. Cuando era más pequeño eres más aficionado a sacarle fotos a lo primero que ves o te encuentras por todas partes, es algo que pienso nos pasó a todos cuando tuvimos nuestra primera cámara. Con el paso del tiempo te paras a pensar, por ejemplo, cómo harían en la prensa para hacer esta o aquella fotografía. Y ya cuando te haces mayor procuras aprender algunas técnicas para llevarlas a la práctica. Ahora procuro pensar qué foto es la que quiero hacer en realidad antes de ponerme manos a la obra definitivamente.
-¿Lleva la cuenta de cuantas fotografías suele hacer al año?
-Pues, sin contar a los clientes que tengo, te puedo decir que puedo hacer una media de quinientas mil fotografías a lo largo de un año. Tengo varias cámaras, y ahora estaba preparándolo todo para hacer un "time-lapse", que es una técnica muy popular en la fotografía en la que se necesitan unas treinta fotos para hacer un solo segundo. Se trata de una técnica fotográfica muy socorrida usada en cinematografía y fotografía para mostrar diferentes motivos o sucesos que por lo general suceden a velocidades muy lentas. Hablamos de medio millón de fotos por año. Después comercializo las fotos para particulares o establecimientos que me las piden por encargo.
-¿También colecciona fotos de antes desde muy joven?
-Con las fotografías antiguas tuve la suerte de tener en mi casa a mis abuelos que tenían fotos de antes de la guerra, en torno a 1930, y mi madre siempre procuró conservarlas en buen estado para que todos en casa las pudiéramos ver. En la familia siempre le tuvimos mucho apego a esas fotografías. De esas también tengo muchas, porque las junté con las que me dejaron para la exposición de hace dos años. Y si a eso le sumas las que me suelen mandar porque saben que me dedico a recopilarlas, se puedo decir que debo tener unas dos mil, más o menos, en mi casa. Sigo coleccionando porque, como te digo, me gusta desde muy joven.
-¿Hay algún proyecto a la vista que se pueda adelantar?
-Desde hace un tiempo estoy proyectando algo con unos jóvenes de aquí, en Cruces, a los que presté unas 40 fotografías, y les dije que escribieran lo que les inspiraban las fotos. Se trata de fotos de objetos, retratos y de todo un poco. A ver si podemos montar una exposición mezcla de fotografía y literatura para abril o mayo próximos. Se trata de los chicos que montaron una revista que el año pasado la presentaron en CrucesArte, que fue donde nos conocimos y donde surgió la idea de la muestra conjunta. Ellos ahora están trabajando los textos para esa exposición.
-¿Hay tradición en Cruces de conservar fotos históricas?
-Por mi experiencia, pienso que sí. Hay mucha gente que tiene en casa fotos de otros tiempos y bien conservadas. La más antigua que encontré me dijeron que era de 1908. Es una panorámica general de Vila de Cruces que no se parece en nada a lo que es hoy el concello. Me sorprendió mucho porque lo único reconocible que se puede ver es la iglesia parroquial porque el resto del pueblo está totalmente desconocido incluso para los más viejos del lugar.
