La maquinaria se puso en marcha en la tarde de ayer en Ribela. En el lagar existente en esta parroquia de A Estrada -uno de los dos del municipio que cuenta con el correspondiente registro sanitario para la elaboración y comercialización de sus caldos- comenzaban los trabajos para extraer todo el jugo de las manzanas recogidas en la zona. Este es el quinto año que Lagar de Ribela produce una sidra que ya exporta desde hace tiempo a países como Estados Unidos o Suecia, bajo la carta de presentación de una sidra artesana, ecológica y de gran calidad. A la misma hora pero en la parroquia de Agar se completaba la recogida de manzana para que el trabajo pueda comenzar en el interior del lagar esta misma semana. Está todo a punto para lanzar una nueva remesa de Sidra Peroja.
Limpieza de manzanas para elaborar sidra en A Estada.// Bernabé / Ana Bazal
En una campaña de recogida de manzana a la que las condiciones meteorológicas de la primavera y el verano han jugado una mala pasada, los sidreros locales confían en mantener los mismos niveles de producción. Se nutren de los frutos que tienen en sus fincas y de la manzana que aporta la cooperativa local, calculando que sus sidras puedan lanzarse al mercado sin que se note que este no ha sido un buen año para los productores de manzana.
Desde Ribela, Jesús Armenteros trasladó su previsión de elaborar en los próximos días 12.000 litros de sidra, que después se traducen en las distintas variedades con que cuenta la firma, dando lugar a entre 20.000 y 30.000 botellas. A la hora de comercializar este volumen de producto, afirma que la empresa seguirá la misma tónica de campañas anteriores, "apostar por mercados exigentes".
De hecho, sidra Ribela emprende esta semana su introducción en el mercado de Canadá. El próximo 26 de octubre viajará a Kentucky para participar en una feira a la que ha acudido en los últimos años. Además, Armenteros explicó que la apuesta por los Estados Unidos es fuerte y que la sidra estradense que se elabora en Lagar de Ribela se encuentra "consolidada como una sidra artesana de calidad" y muy apreciada.
En el caso de Sidra Peroja, su distribución se encuentra vinculada en estos momentos al ámbito autonómico. Sus previsiones de este año pasan por mantenerse en una producción de entre 3.000 y 4.000 litros. La empresa hará llegar su sidra al consumidor a través de establecimientos hosteleros y tiendas tradicionales, con especial incidencia en las especializadas en producto ecológico.
Los dos lagares estradenses bullirán estos días de actividad para sacar adelante una nueva remesa de sidra. Todo se realiza de forma artesanal y mimando cada detalle.
El fruto se extiende en el suelo y se lava, antes de ser sometido a la trituradora. De esta máquina la manzana ha de salir convertida en una pasta jugosa, antes de ser introducida en la prensa neumática, que ha venido a sustituir a las tradicionales prensas de madera. Tras ella, según se explicó en su momento desde Lagar de Ribela, el fruto se somete a una primera fermentación de entre ocho y diez días, en función de la temperatura, tras la cual se van realizando trasiegos para eliminar las impurezas. Se retira la pulpa o los trozos de manzana que puedan quedar, obteniéndose ya una sidra mucho más fina, lista para pasar a la fase final de fermentación. En estos tanques permanecerá durante meses, sometida a los controles y a los cambios que los lagareros quieran introducir al ir comprobando su evolución, en base a su propia receta y secretos.
Aunque estos son los dos únicos lagares con registro sanitario en A Estrada -se está promoviendo un tercero-, esta no es la única sidra que lleva el nombre del municipio. Existen otra firmas locales que, tras aportar la manzana, comercializan sidra con nombre propio y marcado acento estradense.
