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Los 11.000 días de la Praza da Vila

Este espacio urbano, cuya construcción estuvo bloqueada durante meses por un pleito vecinal, cumple tres décadas desde que fue inaugurado en plenas fiestas patronales

Portomeñe, Barreiro Rivas y Xosé Cuiña cortan la cinta inaugural. // Bernabé

No son muchos los lalinenses que se refieren a la Praza da Vila con el nombre con el que fue bautizado hace tres décadas. Existe un gran número que conocen este céntrico espacio público como el parque de la iglesia por su proximidad al templo parroquial de As Dores. Fue precisamente en unas fiestas patronales cuando la plaza se vistió de gala y se abarrotó de vecinos en aquel 19 de septiembre de 1986 para participar en un acto oficial cargado de simbolismo. Además de estrenar un nuevo y céntrico espacio de ocio y reunión para pequeños y adultos, aquella jornada se convirtió en una fiesta por todo lo alto. Había motivos sobrados, entonces, como el estreno del himno o la bandera oficial de Lalín.

La construcción de esta plaza, de unos 2.700 metros cuadrados, no estuvo exenta de polémica. Así lo recuerdan las páginas de FARO de aquel día, donde se alude a que el desarrollo de las obras tuvo que ser detenido durante varios meses a causa de un recurso presentado por propietarios de terrenos colindantes, luego rechazado por la Audiencia provincial. Eran los años en los que la Alcaldía de Lalín estaba en manos de Xosé Cuiña, que los actos oficiales estuvo acompañado por el vicepresidente de la Xunta, José Luis Barreiro Rivas, y por el conselleiro de Educación, Víctor Manuel Vázquez Portomeñe. Aquel acto en principio reservado para los vecinos de Lalín estuvieron presentes mandatarios de la comarca; el vicepresidente de la Diputación José Antonio Rueda Crespo o el exministro en los gobiernos de la UCD Jesús Sancho Rof.

En aquella noche hubo corte de cinta con los colores de la bandera gallega. La enseña de Galicia y la verdiblanca de Lalín tapaban la placa de la escultura Monumento ó Labrego, obra de Acuña que todavía preside el centro de la plaza. El himno lalinense musicado por el maestro Rogelio Groba y con letra de Ricardo Couto sonó por primera vez como preludio de lo que serían días de celebración de As Dores. El templete, reformado meses atrás, fue el lugar elegido para los parlamentos en una jornada en la que tampoco faltaron los fuegos de artificio.

Tres décadas después al menos la zona de parque infantil se ha quedado pequeña y se discute si mantener o retirar la fuente anexa a la iglesia para ganar espacio a una zona que, entonces, también sirvió como enlace de las calles que separan el Kilómetro Cero con las de la nueva expansión como González Taboada o B.

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