La Archidiócesis de Santiago correrá de forma íntegra con los gastos de reposición de los cuatro metros de muro del monasterio de Camanzo, que se derrumbaron el pasado 4 de enero tras un temporal de lluvia. Será la propia iglesia diocesana quien corra con todos los gastos de la obra, valorados en unos 3.000 euros. En un principio, se apuntó que la diócesis abonaría solo una parte del presupuesto (en concreto, el 10%) de modo que sería la propia parroquia quien tendría que hacer frente al gasto. Quien se desmarcó desde siempre de una aportación económica para la reconstrucción del muro fue el Concello de Vila de Cruces, argumentando que ya había asumido el coste del proyecto que envió a Patrimonio para esta intervención.
La Archidiócesis también señala que las obras comenzarán "de inmediato", toda vez que ya se dispone de las correspondientes autorizaciones y licencias tanto de la administración municipal como de la Dirección Xeral de Patrimonio. Cabe señalar que a finales de junio se creó una comisión entre representantes de este departamento de Cultura y de la Archidiócesis para valorar el proyecto de reparación, que propone colocar la piedra en seco para evitar otro incidente similar al de enero -la construcción original utilizó barro y piedra menuda en la base, de ahí que terminase desmoronándose-. El derrumbe afectó a un tramo de cuatro metros, cercano a una puerta lateral, pero el proyecto aconseja actuar en una franja de siete metros para evitar nuevos derrumbes. A día de hoy, la zona caída está protegida con cintas y vallas para evitar el tránsito de peatones por la misma. Los vecinos esperan con ansia el arreglo.
