La parroquia lalinense de Donramiro despidió de madrugada sus fiestas en honor de la Virxe do Montserrat. El cuarto y último día de festejos la carballeira se abarrotó ya por la tarde de pandillas para comer, tanto en el puesto de pulpo como en las carpas que montan grupos de vecinos para compartir estos días en compañía de familiares o amigos. El lunes del Montserrat es tradición en Lalín que muchos ciudadanos celebren esta cita con comidas y largas sobremesas que finalizan casi en la verbena nocturna. Desde hace un tiempo estas carpas se instalan ya el sábado, pero es el domingo y sobre todo el lunes cuando tanto a mediodía como por la noche la afluencia de visitantes es mayor.
Esta fiesta es cita ineludible para algunos de los políticos lalinenses y ayer, a mediodía, parte del grupo de gobierno acudió al Montserrat para compartir mesa y mantel. Mientras esperaban la comida coincidieron con el portavoz municipal del PP, José Crespo, que también tenía previsto comer en Donramiro. No hubo conversación entre él y los ediles, pero sí un respetuoso saludo.
Por lo demás, tras la misa de las 13.00 horas la sesión vermú fue amenizada por la orquesta Eseencia, que repitió por la noche en la verbena junto a la formación Aché. Como es tradición, esta tarde la imagen de la Virgen que todo el año se custodia en la iglesia regresará de nuevo en procesión desde la capilla hasta el año que viene.
