Las administraciones locales tienen en Estado y comunidad autónoma una de sus principales vías de financiación, hasta el punto que el promedio en las comarcas es de que 41 de cada 100 euros de sus presupuestos anuales se deben a transferencias de Estado y Xunta. Así al menos se deduce de las cuentas municipales del año pasado, en las que los nueve municipios manejaron unos presupuestos conjuntos de 43,6 millones de euros. De esta cantidad, 18,2 corresponden a financiación de la Participación de Tributos del Estado (PIE) y de la Participación de los Tributos de las Comunidades Autónomas (PICA).
El promedio, de algo más de cuatro de cada diez euros de financiación de estas dos administraciones públicas no es ni mucho menos idéntico en cada uno de los territorios de Deza y Tabeirós. Generalmente los municipios más pequeños son los que tienen una mayor dependencia de fondos externos, mientras que los de más dimensión son capaces de generar dinero para gestionar por medios propios. En teoría en el reparto de los fondos estatales o autonómicos se tienen en cuenta criterios como la población, geografía o presión fiscal, premiando a las administraciones locales que hacen un mayor esfuerzo tributario. Pero la realidad no es, con los números en la mano, exactamente así. Un ejemplo es Lalín, el ayuntamiento de las comarcas con una mayor presión fiscal desde hace años, y que en el reparto de fondos de la Xunta es porcentualmente el segundo concello al que menos dinero llega. Su PICA fue de 1,7 millones de euros, que son 87 por vecino. Solo Silleda percibió menos per cápita de la Xunta. Ambos ayuntamientos se movieron en un 36% de fondos en su cuenta anual procedente de Estado y comunidad autónoma. Lalín, a los 1,7 millones procedentes de la administración gallega, sumó 3,3 del Estado (161 por habitante. El montante total en Trasdeza fue de 2,3 millones, de los que 1,6 llegaron del Estado y 693.000 euros, de la Xunta. El reparto por ciudadano es de 185 y 77 euros respectivamente.
Vila de Cruces tiene una dependencia externa importante pues el 45% de su presupuesto es dinero que llega de las dos administraciones supramunicipales. De la comunidad autónoma fueron 547.000 euros y un millón del Estado. El reparto por habitante queda en 99 y 180 euros. En Rodeiro tomamos como referencia las cuentas de un año antes el balance es del 40% de financiación dependiente, con 796.000 euros desglosados en 418.400 (PIE) y 378.000 de la Xunta. El reparto por vecino es más ajustado y está en 152 y 137 euros. Agolada y Dozón muestran una situación semejante y en ambos casos la financiación supramunicipal está en torno al 54%. En Agolada dispuso de 887.000 euros de los 1,6 millones de sus cuentas. Y en Dozón Estado y Xunta auxiliaron sus presupuestos con 400.000 euros de un total de 736.000.
A Estrada, con una cuenta de 12,4 millones, obtuvo 1,7 del Estado y otros 4 de la comunidad autónoma. Por tanto, el promedio por habitante fue de 191 y 81 euros respectivamente. A Forcarei llegaron 469.000 euros de su participación de ingresos de la comunidad autónoma (128 por residente) y medio millón del Estado (136), que suman el 44% de su presupuesto anual. El 47% es en Cerdedo, con unas transferencias de 335.000 euros de la Xunta y 257.000 del Estado.
