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Lucas Platero Méndez: "Falta voluntad política para fomentar la educación en la diversidad sexual"

"Si hay un ambiente de solidaridad, como en mi aula, los alumnos se ayudan entre sí"

Lucas Platero, ayer por la tarde, durante su ponencia. // Bernabé/Javier Lalín

El curso de verano de Lalín, que sigue hoy y mañana en el Salón Teatro de Lalín, contó ayer con la presencia del profesor transexual Lucas Platero Méndez. En su ponencia se centró en las pedagogías transexuales desde el punto de vista de como hacer una intervención educativa que estuviese pensada para creer que si se puede transformar la relación entre la enseñanza y el aprendizaje. Estuvo acompañado por Ritxar Bacete González, antropólogo social y cultural e investigador en estudios feministas y de género, que habló de Identidades masculinas, paces y violencias: Las paternidades positivas como factor de prevención.

-¿Cuál es su punto de vista sobre el sistema educativo actual?

-Actualmente fallamos en la concepción de la relación con los alumnos y a mi es un tema que me interesa mucho. Los consideramos como alguien que está en clase y los deberíamos valorar como personas que participan en las tomas de decisiones y que tienen opinión sobre lo que está sucediendo en nuestro entorno.Actualmente, enseño a personas adultas que tienen sus vidas y sus historias personales, por ejemplo, un día una alumna mía llegó con el drama de que su hijo es gay y que no podría tener nietos, entre los compañeros y yo la ayudamos a entender que eso no era tan malo y que hay otros métodos. Todos somos personas concretas y todo lo que sucede en la escuela debe tener valor a parte del temario que hay que impartir.

-¿Considera que quien falla es el profesor tratando temas como el de los transexuales o la sexualidad?

-Si, en muchas ocasiones los profesores son personas que no tienen una formación personal sobre la sexualidad y la coeducación, que son los temas que se están tratando aquí. No vale cualquier profesor y no vale cualquier alumno.

-¿Cómo es educar y fomar a gente mayor?

-Desde que estoy en la administración trabajo con gente mayor y para mi es muy gratificante. Se les ha olvidado jugar en el patio o tener la creatividad de los pequeños y eso es muy difícil de recuperar. Hay gente que ya tiene hijos y tiene otros retos, por lo que no los puedes obligar a venir a clase, aunque, para mi, a los jóvenes tampoco; la idea de la educación desde la obligación habría que repensarla.

-¿Las personas adultas tienen más dificultad para acceder a la educación?

-La educación para los mayores es totalmente distinta y no puede ser que ellos no tengan una formación gratis. En Madrid, en un instituto público, los mayores de dieciocho años tienen que pagar 400 euros. El gobierno no se da cuenta de que cuanto más inviertes en los ciudadanos más recoges. Si están formados para buenos puestos de trabajo ganarán más y pagarán más impuestos. Y tampoco es esto lo más importante, sino que los ciudadanos tendrían más cultura, que es lo realmente relevante.

-¿Considera que hay más prejuicios, referentes a los homosexuales y los transexuales, entre los mayores que en los jóvenes?

-En mi clase hay un chico trans y lo ven bien, es uno más. Los mayores también señalan y son como los niños, pero mi experiencia es otra. Hay mucho compañerismo, de hecho, en una ocasión, la administración le obligaba a poner un nombre que no quería a una persona trans y los alumnos se pusieron en huelga. No podemos decir que todos los alumnos sean malos, muchas veces es cuestión del ambiente que el profesor crea en clase. Si hay un ambiente de solidaridad, como en mi caso, los alumnos se ayudan unos a otros, nos contamos nuestros problemas, hablamos de la sexualidad y estos temas y todos podemos ayudarnos. Por ejemplo, a mi acudió una chica que estaba sufriendo malos tratos por parte de su novio; que confíen en ti es un punto muy importante, establecer una relación cercana.

-¿Qué le parece que en Lalín se celebrase un 'Cocido Gay' y haya jornadas como las que se están desarrollando durante esta semana?

-Me parece muy divertido, todo lo que sea hablar de sexualidad y de los derechos que tenemos, siempre es bueno, pero esto no es cosa de días puntuales. Que se celebre el Cocido Gay está muy bien, pero debería haber cosas los 365 días del año.

-¿Qué cree que deberían hacer los políticos para formar a la población en los temas como los que se están tratando estos días?

-En todos los institutos debería haber tres o cuatro profesores, en función del alumnado especialidados en estos temas que eduquen todo el año desde pequeños. Esta iniciativa debe partir de la administración. Lo que noto es una falta de voluntad política. Lo importante es que los oyentes consideren que todas estas cosas que se están proponiendo son posibles y que se puede lograr. El primer paso es concebirlo para, luego, fomentarlo.

-¿Considera que fomentar iniciativas como esta es bueno?

-Por supuesto. A mi lo que me anima a venir es ver que el auditorio está lleno de maestros y personas que están estudiando magisterio, que es justamente a quienes les interesa este tema, por eso me gusta venir y decirle si os interesa este tema hay este tipo de material.También asisten oyentes que vienen porque quieren, y eso también es importante puesto que quiere decir que están interesados en el tema.

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