Operarios de la empresa Narom -adjudicataria de la segunda fase de reforma del transitado Liñares-Valboa- iniciaron en la mañana de ayer las obras de retirada de los 8 postes que impedían completar la mejora del peligroso tramo Riobó-Oca.Paradójicamente, la reanudación de estas esperadas obras -cuyo inicio ya había anunciado esta Redacción en exclusiva el pasado jueves- se producía en un día que para los trabajadores de A Estrada era festivo local.
Los trabajos iniciados ayer por los empleados de Narom se ejecutaban de acuerdo con las instrucciones que personal técnico de la Diputación -con el director de obra, Manolo González Juanatei, a la cabeza- había dado el miércoles, en el replanteo de la obra.
Así, desde primera hora de la mañana de ayer se emprendieron los trabajos de retirada de los 8 postes de la compañía Gas Natural-Fenosa que hasta el momento impedían culminar la obra. Y es que cabe recordar que, tal y como ya explicó esta Redacción, la conclusión de la reforma del vial Liñares-Valboa a su paso por el tramo Riobó-Oca se demoró por el permiso que la Dirección Xeral de Patrominio debía darle a la actuación dada la proximidad de la línea eléctrica al Pazo de Oca, según se apuntó a principios de mayo cuando Fenosa le pidió licencia al Concello para mover 17 postes en el vial Riobó-Oca. La obra se reanuda ahora, ya con el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural al retranqueo de los postes de suministro eléctrico que invaden el vial a fin de que estos puedan retirarse, dada la peligrosidad que su ubicación en el trazado confería actualmente al tramo Riobó-Oca.
De acuerdo con las directrices especificadas por personal técnico de la Diputación el pasado miércoles en el replanteo de las obras, ayer se emprendieron los trabajos precisos para retirar 8 apoyos de la vieja línea eléctrica. Dos de ellos son de cemento y otros seis, de madera. Como ya había avanzado Juanatei, al replantear los trabajos acompañado por el alcalde de A Estrada, José López Campos, las obras de retirada comenzaron con el picado del firme y de la tierra que los sustentaba hasta el momento. Así, se emprendieron las tareas de desmonte de la tierra existente en su entorno a fin de que en jornadas sucesivas se pueda proceder a preparar el correspondiente paquete de firme y al acondicionamiento de todo el perímetro antes de proceder a efectuar labores de regularización del asfalto.
Cabe indicar que cuando concluya esta fase de la obra los trabajadores de la empresa Narom deberán aplicar una capa de aglomerado de 5 entímetros de grosor aproximado. Así se garantizará que el vial Liñares-Valboa a su paso por las parroquias estradenses de Riobó y Oca dispone de una superficie rodada uniforme. Es un paso previo e indispensable a las tareas de pintado de la calzada con la correspondiente señalización horizontal y a la instalación de la pertinente señalización vertical en todo el tramo.
De acuerdo con las previsiones temporales de ejecución barajadas durante el replanteo de los trabajos, si las condiciones climatológicas son propicias, la obra se dará por concluida en el plazo estimado de dos semanas.
Finalizará así la segunda fase de una obra largamente demandada por los numerosos usuarios de esa transitada infraestructura, cuya mejora se reclamó durante décadas pero cuya ejecución se fue demorando años y años debido a su elevado coste, sobre todo en el tramo comprendido entre Riobó y Oca.
Diputación y Concello financiaron la primera fase entre Liñares y Riobó primero y luego la segunda fase que ahora se pretende concluir, mediante una inversión de 561.712 euros. Las obras de construcción del puente sobre el río Bo en ese tramo obligaron en su día a cortar el tráfico durante un mes y a establecer desvíos por otros viales próximos. Luego se reanudó el tráfico pero en un estado de peligrosidad para los usuarios que el alcalde hizo notar en sucesivas ocasiones. Ahora, por fin, la conclusión de la obra parece próxima. La seguridad vial en el tramo mejorará mucho.
