La Central Sindical Independiente y de Funcionarios salió ayer al paso del ultimátum de un mes dado por Comisiones Obreras al Concello de Lalín para convertir en indefinidos los contratos de 48 trabajadores temporales. CSIF cifra en más de 50.000 euros el coste de la regularización, por lo que el Concello deberá adoptar medidas financieras para ejecutarla y son esas medidas, precisamente, las que se están negociando. Desde la central cuestionan el papel que está jugando CC OO, pues alegan que carece de apoyo en la plantilla municipal.

De acuerdo con la información proporcionada por el alcalde al comité de empresa, el gobierno local facilitó a Inspección de Trabajo la relación de todos los trabajadores laborales del Concello y del Patronato Cultural, con la fecha de alta y la categoría profesional. A CSIF le consta "que no se están poniendo trabas en este sentido" y achaca los retrasos a la gran cantidad de documentación a remitir; de hecho, la administración local ha tenido que enviar más documentación.

Jerónimo Fernández Vicente, coordinador de administración local de CSIF Pontevedra, manifiesta que CC OO sabe que cometió "un grave error" con su denuncia, que "no contaba con el apoyo de los trabajadores", para intentar "minimizar su derrota electoral". "Ahora en campaña electoral política vuelven a la carga sin sabe que pretenden hacer", añade Fernández, pues "siguen sin el apoyo de los trabajadores", de modo que "no sabemos que movilizaciones pretenden realizar".

CSIF, Confederación Intersindical Galega (CIG), comité de empresa y delegados de personal vienen manteniendo reuniones con el alcalde sin ningún problema para "ir poniendo encima de la mesa toda la problemática que va surgiendo de la herencia recibida, tanto política como sindical". Han pedido al Concello una estimación del coste de la regularización de los empleados contratados, debido a que durante años no se les ha retribuido la antigüedad, algo que "sabía" Comisiones "y no hizo nada".

La central independiente indica que la encuesta realizada por los representantes laborales para "negociar" y establecer el horario de verano es una "prueba de la transparencia y participación de los trabajadores". Contrapone esta situación con la "oscuridad" en la negociación colectiva que "existía hasta ahora" y el "desconocimiento" por parte de la mayoría de los trabajadores de lo que se acordaba. En este sentido, alude al hallazgo de "acuerdos firmados por CC OO que no benefician a la mayoría". Por tanto, "ahora nos toca", subraya, hacer "propuestas que cambien la relación laboral", si bien aclara que "no se puede arreglar en unos meses", sino que se precisará este mandato y "quizás alguno más".