Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marita Casal Tato: "La edad no es importante, lo que realmente importa es que te guste el baile y lo disfrutes"

"Estaría bien que en el nivel alto de la Administración hubiera una mayor implicación en ayudar a la danza"

Marita Casal, ayer, durante una de las clases de la escuela de Xirandola en A Bandeira. // Bernabé/Luismy

Viéndola trabajar con los más pequeños de la escuela de Xirandola, en el Auditorio Manuel Dopazo de A Bandeira, se comprueba lo mucho que significa el baile tradicional para Marita Casal Tato. Esta docente inculca a los niños que tiene a su cargo una disciplina y un gusto por el mantenimiento de la cultura gallega que forman parte del ideario de la asociación cultural de la que es presidenta.

-¿Fue complicado poner en marcha una asociación cultural como Xirandola en A Bandeira?

-No fue nada complicado. Recuerdo que los primeros años de Xirandola fueron unos años cargados de ilusión. Siempre fue algo que yo quise hacer porque de toda la vida me encantó bailar. Cuando no podía ir a los ensayos por cualquier razón, notaba como que me faltaba algo. Fue algo nuevo y por eso nos lo tomamos todos con muchísimas ganas en A Bandeira.

-¿Había materia prima humana suficiente en el lugar como para poder iniciar esa aventura artística?

-Éramos muchos. Al principio, empezó muchísima gente y luego se va produciendo una criba lógica donde los que se quedan son a los que realmente le va gustando la experiencia, y los otros duran un año o dos y lo dejan.

-El festival de Xirandola va camino de cumplir sus primeros 30 años de vida, ¿cómo consiguieron reunir a tantos grupos foráneos en un certamen ya consolidado?

-Este año se cumplen 29 años como asociación y 30 del festival, que fue anterior a la creación de Xirandola como tal. Funcionamos con intercambios, entonces lo que hacemos es ponernos en contacto con otros grupos, ellos vienen a nuestro festival y nosotros les devolvemos la visita yendo a los suyos. Es interesante porque, primero, conoces a gente que también está en el mundo del baile, aunque se trate de folclores diferentes, y nosotros aprovechamos para llevar nuestra cultura a otras partes de España. Se trata de algo interesante para nosotros y, también, para el pueblo porque a la hora de bailar ofreces distintos tipos de folklore. De hecho, ya hay gente que te da su opinión sobre el grupo el estilo que vio, algo que antes no podían hacer porque no tenían esa perspectiva.

-¿En algún momento pensó que Xirandola iba a estar 30 años tan pujante y tener la dimensión actual?

-Sinceramente, yo no. Había gente que empezó con tres añitos por aquel entonces, y yo tenía unos 20 años y me decía a mi misma que a lo mejor me tendría que retirar a los 25, y me dolía muchísimo pensar en que fuera así. Pero, a medida que va pasando el tiempo, te das cuenta de que la edad no es importante y lo que realmente importa es que te guste el baile y que disfrutes con él. La verdad es que cuando empiezas con algo así no te planteas cómo va a ser el futuro porque sólo piensas en seguir bailando, pero luego tienes la opción de ayudar en el grupo y a llevarlo bien.

-¿Qué es para usted el baile?

-No sé, es difícil de explicar con palabras. El baile es algo que me gusta realmente, pero te puedo decir que oigo el sonido de una gaita y es como que me subiera una cosita por los pies y me lleva a bailar. Yo creo que me dolería mucho pensar o saber que tuviera estar sin poder bailar. Desde luego, yo vivo de mi trabajo como profesora y esto es algo que tengo aparte porque me gusta vivirlo, disfrutarlo y, también, poder transmitir lo que yo sé a los demás. Quiero que ese amor que yo siento por el baile lo pueda trasmitir a los demás.

-Hablar de Xirandola es hablar de baile tradicional, ¿cabría la posibilidad de ampliar ese espectro artístico a otras formas de baile?

-No, lo nuestro es el baile tradicional. Yo creo que hoy en día hay muchos grupos que realizan trabajos de investigación y, como nosotros, recogidas muy interesantes. Pienso que hoy en día hay muchos más grupos que cuando nosotros empezamos a andar. Todos están tratando de recuperar esta cultura, que es muy rica. Lo que pasa que ea nivel de organismos oficiales sí que haría falta, a lo mejor, un poquito más de apoyo. De todas formas, nosotros no tenemos ninguna queja con el Concello, que nos está apoyando muy bien y es de agradecer. A lo mejor, en un nivel superior de la Administración sí estaría bien una mayor implicación.

-¿Qué papel juegan los padres de los alumnos de Xirandola en el mantenimiento de la asociación?

-Ahora tenemos algo más de 60 niños en la escuela, y los padres colaboran en todos. Por ejemplo, cuando organizamos el festival infantil, tuvimos ensayos extras durante los meses de marzo y abril, y son niños que suelen tener actividades extras, pues sus padres intentan coordinar los horarios de los chavales para que puedan venir. Hay un alto grado de implicación en los padres de nuestros alumnos.

-Cuando se trata de baile, es inevitable hacer hincapié en la mayoría femenina de los grupos. ¿También sucede en Xirandola?

-Yo creo que se trata de un asunto que depende de las generaciones. Aquí, tenemos un grupo que llamamos medianos mayores y hay dos niños. Sin embargo, hay otro grupo donde tenemos hasta siete niños, aunque siguen siendo mayoría las niñas. Y, como te digo, fue algo generacional porque esa generación empezó así, con siete niños. Lo mismo sucede con los pequeñitos donde, en proporción, hay más niñas pero ya puedes decir que se pouede hacer un baile, por ejemplo, con siete parejas.

-El problema estriba, quizás, en evitar que dejen de bailar, ¿no?

-Ahí está la clave. Pero eso sucede tanto en los niños como en las niñas. La gente que le gusta el baile realmente siempre sigue para adelante. Al contrario, al que no le gusta lo suele dejar pronto.

Compartir el artículo

stats