El próximo 5 de junio, la Unión de Residentes de Carbia-Hoy Vila de Cruces celebra en Paso del Rey (Buenos Aires) el 80 aniversario de su fundación. El que pasa por ser uno de los colectivos de emigrantes más famosos del país argentino tiene como presidente a Germán Sesto, mientras que ocupa la vicepresidencia Adonis Pampín. Este oriundo de Toiriz lleva casi medio siglo vinculado a la asociación, de la que fue presidente durante más de dos décadas.
-¿Cómo evolucionó la asociación durante estos 80 años?
-Cuando comenzó a funcionar, la Unión de Residentes de Carbia contaba con muy pocos socios, y en la comisión directiva se integraban poco más de 30 personas. Fue la época más dura, porque todos los socios colaboraban durante los fines de semana para construir nuestra sede. Con los años fue ganando en importancia hasta el punto de que alcanzamos los 2.500 socios. Pasado el tiempo, pudimos construir las piscinas, que le dio mucha vida al local. En la actualidad, bajó el volumen de socios, pero seguimos haciendo actividades, sobre todo en verano. Hacemos campamentos estivales para niños y también para la tercera edad, a los que pueden acudir también amigos de los socios.
-Afirma que ha descendido el número de socios. ¿Puede ser que se esté perdiendo el arraigo con su patria natal?
-Para nada, seguimos manteniendo los mismos vínculos con nuestra tierra cruceña. Los jóvenes se hacen socios de la Unión y colaboran en la directiva. De hecho, la secretaria que tenemos ahora tiene 27 años, y en otra época ese cargo lo ocupó un joven incluso de menor edad. Desde la Unión tenemos claro que hay que dejarle paso a los jóvenes.
-Cuéntenos en qué va a consistir la celebración del 80 aniversario de la entidad.
-Los actos tendrán lugar en el recreo social, en Paso del Rey. El menú será a base de fiambres, bacalao a la gallega, postre helado y brindis por estos 80 años. Actuará el grupo folclórico Los de Ribadumia. No está previsto que acuda ninguna autoridad del gobierno cruceño, porque entre otras cosas nos desplazaremos nosotros a Vila de Cruces en julio para acudir a la inauguración de la escultura del Mataperros. Todavía conservo algún primo lejano en mi patria de Toiriz, que abandoné en el año 1956.
-Durante un tiempo la Unión de Residentes de Carbia tuvo una ayuda del ayuntamiento de Buenos Aires, y también de la Xunta. Tras la crisis que recortó estas subvenciones, ¿están pensando en fusionarse con el Centro Lalín Agolada Silleda?
-Pues la verdad es que sí, porque cada vez va quedando menos gente y hay poco recambio para continuar al frente de este tipo de sociedades. Creo que la fusión de las dos asociaciones no va a tardar mucho tiempo. De hecho, ya organizamos actividades juntos, como en la última edición de Buenos Aires celebra Galicia.
