El sindicato Unións Agrarias iniciará en próximos días una ronda de contactos con los alcaldes de las comarcas para pedirles su apoyo y coordinación ante un nuevo impuesto por naves y cobertizos situados fuera de los núcleos rurales. El sindicato cree que esta nueva valoración afectará a más de 10.000 instalaciones muchas de ellas en auténtico desuso y con un nulo valor como infraestructura. La mayor preocupación para el colectivo agrario surge en cuanto al sistema que se empleará para la catalogación de estos inmuebles. Critican el método utilizado con anterioridad por Catastro "basado solo en medir metros cuadrados de bloques de hormigón y chapas y sobre eso aplicarán su valoración catastral". Para el colectivo agrario "la cuestión tiene tanta gravedad que requiere de actuaciones directas y contundentes que paralicen o limiten los efectos "que pueden tener sobre un rural que ya está amenazado por distintas crisis. Recuerdan que los efectos de esta revisión catastral afectará tanto "a jubilados, o estudiantes que pueden quedarse sin becas o incluso a familias con menos recursos". Unións valora pero considera "absolutamente insuficiente" la actuación de las consellerías de Medio Rural y de Educación. "Ante un problema de esta magnitud no pueden limitarse a hablar del mismo o mandar una misiva al Ministerio". El colectivo incide en el malestar que esta medida está generando en el rural.