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Neptuno nunca posó su tridente en A Estrada

En 1891 se proyectó una fuente dedicada al dios mitológico para la villa pero no llegó a construirse

La fuente ideada por Antonio Crespo. // Museo do Pobo Estradense

Encontrar una fuente a la que arrojar una moneda mientras se pide un deseo resulta casi misión imposible en A Estrada. Un turista que visite el municipio tendría difícil confiar con este gesto a la fortuna su anhelo de regresar algún día. El casco urbano tuvo alguna que otra fuente pensada para adornarlo con el continuo fluir del agua. Sin embargo, por unos motivos o por otros, todas ellas acabaron sus días bajo el cazo de una pala excavadora o reconvertidas en enormes maceteros. Hubo incluso algunas que nunca pasaron de ser un proyecto. Es este el caso de la fuente de Neptuno que en el año 1891 se ideó para adornar alguna plaza estradense y que nunca llegó a construirse.

Si de fuentes se habla, en A Estrada. Miscelánea Histórica e Cultural, la publicación anual del Museo do Pobo Estradese, siempre encuentran agua fresca y cristalina quienes gustan de beber de las curiosidades históricas. Isabel Carlín Porto firma un artículo en el volumen número 6 en el que se narra lo sucedido con el proyecto irrealizado de esta fuente, diseñada por Antonio Crespo.

La autora narra las dificultades para encontrar información sobre esta iniciativa. La pretensión de erigir una fuente de Neptuno en la localidad hay que enmarcarla en el tránsito del siglo XIX al XX, en una A Estrada que ansía pasar de aldea a villa a través de una planificación urbanística y de la extensión de servicios como el abastecimiento de aguas, el alcantarillado o el alumbrado, entre otros. Ello genera, explica Isabel Carlín, cierta preocupación en el municipio por conseguir para la villa dotaciones y edificios acordes. La construcción de fuentes cumplía un doble objetivo, funcional y ornamental.

La información disponible no es clara sobre los motivos que hicieron que finalmente la fuente monumental ideada por Antonio Crespo -se presume que pudo ser colaborador del arquitecto José Franco Montes, que diseñó la casa consistorial estradense- no pudo colocar su primera piedra.

Era esta una obra de importante envergadura. Medía más de seis metros. De inspiración mitológica, estaba destinada al dios Neptuno, contando con un pilón octogonal engalanado y una pilastra toscana, siempre en base a la descripción ofrecida por la citada experta, que incluyó en su artículo los planos para esta fuente cedidos por una familia estradense. Dos delfines se incorporaban a esta pieza como surtidores de agua, dotada de una estructura cúbica con entrepaño en la parte central. En esta última parte de la pieza iría la inscripción en la que se concretaría el año en el que A Estrada habría de levantar su fuente de Neptuno, 1891. Una cornisa y un remate escalonado servirían para colocar una estatua del dios del mar, dotado de su inseparable tridente.

Sin embargo, los estradenses nunca contemplaron esta fuente. El fluir del agua nunca se dejó escuchar a través de ella ni nadie tuvo ocasión de arrojar moneda alguna. El proyecto pasó a la historia sin que muchos supiesen siquiera de su existencia.

En el artículo El proyecto irrealizado de 1891. La fuente de Neptuno para la villa de A Estrada no se vincula la planificación de esta fuente a un posible emplazamiento, en un momento en el que la villa abría nuevas calles cuya belleza, a buen seguro, hubiese aumentado con una fuente monumental como esta.

La fuente estradense de Neptuno se quedó en solo un proyecto, en una iniciativa frustrada. Su recuerdo se guardó algún día en un cajón. Otras fuentes surgidas muchos años después llegaron más lejos, aunque tuvieron un final difícil. En 2003 se retiró de la Praza da Constitución la gran fuente que durante los 17 años anteriores se había convertido en todo un símbolo de la localidad. Se la sacrificó para ganar plaza pública y sus chorros enmudecieron para siempre. Hoy día no queda de ella más que el recuerdo. De la que se construyó no hace mucho en la Praza do Mercado solo se conserva una huella en el suelo.

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