La crisis demográfica que azota Deza y Tabeirós-Montes, igual que otras comarcas rurales de Galicia, también afecta en los últimos años a sus principales núcleos urbanos. Los efectos de la otra crisis, la económica, han golpeado con fuerza y todos ellos han experimentado retrocesos en los últimos ejercicios después de haber alcanzado máximos históricos entre 2011 y 2013. Eso si, Lalín nota cierta recuperación después de una campaña de empadronamiento para salvar los 20.000 habitantes, mientras que A Estrada y las otras dos capitales municipales que rebasan el millar de residentes, Silleda y Vila de Cruces, sufren retrocesos el último año.
La parroquia de Lalín se mantiene por encima de los 10.000 vecinos desde 2008 -llegó a 10.462 en 2011- y el último dato oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE) le otorga 10.380 a 1 de enero de 2015. A ella pertenece el núcleo urbano homónimo, en donde tienen su domicilio 9.758 personas, una más de las que había en 2014. Es un crecimiento exiguo, máxime teniendo en cuenta la campaña de empadronamiento llevada a cabo entonces para evitar perder la categoría municipal, a la que se sumó otra a finales del año pasado, cuyos efectos trascenderán oficialmente en enero de 2017. El núcleo urbano de Lalín creció espectacularmente en la primera década del presente siglo, al pasar de 7.320 vecinos a los 9.840 que tenía en 2011. Tras dos caídas consecutivas, hasta los 9.554 residentes, el censo empezó a recuperarse y sumó 9.757 vecinos en 2014 y 9.758 en 2015.
El casco de A Estrada mantiene la tendencia de los dos años anteriores, sumándose a la pérdida demográfica de su amplio ámbito rural. Aunque los últimos datos dan tres vecinos más a la parroquia de San Paio de A Estrada (9.480), tanto el lugar que le da nombre como su área urbana retroceden en 13 y 14 vecinos, respectivamente, de modo que totalizan 8.450 y 8.388. Estos últimos son los residentes en el núcleo urbano propiamente dicho -lo que excluye la población que el INE considera "diseminada" dentro del lugar de A Estrada- y su evolución ha sido negativa desde el récord histórico de 2012, cuando había alcanzado 8.503 habitantes. A Estrada ha tenido un crecimiento mucho más lento que Lalín en este siglo, pues apenas ha ganado un millar de habitantes, ya que en 2000 contaba con 7.367.
Silleda y Vila de Cruces también retroceden en los últimos años. Especialmente llamativo es el caso de la capital de Trasdeza, que había crecido por encima del 70% en los últimos tres lustros, pues inició la centuria con 1.734 habitantes y, tras un incremento anual constante -incluso en tiempos de crisis-, llegó a rozar los 3.000 en 2014 (2.973). A partir de entonces registra dos descensos consecutivos que han dejado su censo en 2.950 personas, tras ceder 23 con respecto a 2014.
Vila de Cruces contaba con 1.199 habitantes a 1 de enero del año pasado, es decir, 24 menos que un año antes. El censo de la capital cruceña -agrupado en un único núcleo, sin diseminación- se escribió con cuatro dígitos por primera vez en 2003, al alcanzar los 1.045 vecinos. A partir de entonces fue aumentando, con algún altibajo, hasta los 1.352 que llegó a constatar en 2011. Después inició un decrecimiento continuo.
Los siguientes núcleos en población son A Bandeira, con 757 habitantes, tres más que en 2014; y Donramiro, con 563, que pierde 21. A continuación figuran Agolada, con 443 (-2); Soutelo de Montes, con 435 (+1); y Forcarei, con 432 (+6). Cerdedo tiene 363 (-10), Rodeiro, 288 (+5), y Castro Dozón, 134 (+2).
