La apertura de la biblioteca municipal Varela Jácome de Lalín en la antigua casa consistorial no se realizará antes de tres meses. Ese es el plazo fijado por el Concello, una vez que las instalaciones deben ser equipadas y todavía no hay financiación para los 120.000 euros que costaría dotarla de mobiliario, mecanismos audiovisuales, informáticos y el sistema de alarma.
Del montante total del presupuesto, 40.000 euros están reservados dentro de las cuentas municipales de este año con cargo a un plan provincial para infraestructuras culturales. Otra cantidad idéntica saldría de los 1,7 millones concedidos por la Diputación -para 2016- del Plan de Concellos. Por tanto entre estas dos cantidades se atendería una parte importante de la financiación, pero aún así quedaría otros 40.000 pendientes. Esta es la suma que el grupo de gobierno pretende que sea aportada desde la Consellería de Cultura y así se planteará al departamento autonómico que dirige el lalinense Román Rodríguez. Mientras no entre en vigor el próximo presupuesto municipal y se confirme que Cultura está por la labor de autorizar su participación en el proyecto, no se pueden determinar plazos para el estreno de la biblioteca. Además, una vez que el Concello disponga del montante económico será necesario abrir los procedimientos de contratación de dicho equipamiento y su posterior instalación, de ahí que al menos sean necesarios un mínimo de tres meses para pensar en poner a disposición de los vecinos este servicio. Todos esto si se cumplen los tiempos mínimos de licitación, contratación y realización de las obras, pues en caso contrario no sería posible que la biblioteca abriese sus puertas antes del mes de marzo.
Su apertura acumula un notable retraso. Como en todas la práctica totalidad de las obras públicas, los tiempos anunciados inicialmente no suelen cumplirse. Y la biblioteca es un claro ejemplo. El gobierno anterior fue el que impulsó el traslado de esta infraestructura desde un bajo en régimen de alquiler de la calle Z al viejo consistorio. Así se solventaban dos asuntos. Por un lado se ofrecía a los ciudadanos un local más acorde con sus necesidades y por otro se recuperaba el histórico edificio, en desuso desde que la casa consistorial se trasladó a O Regueiriño. Las primeras previsiones apuntaban a que la Varela Jácome estaría operativa en mayo de este año. Ya con el cambio de gobierno, el actual ejecutivo anunció la necesidad de acometer un reformado del proyecto original por recomendación de los técnicos. El departamento de Urbanismo, que dirige Nicolás González Casares, avanzó luego que habilitar otros 30.000 euros a mayores para financiar la retirada del falso techo del antiguo salón de plenos y la dotación de un nuevo tejado. El proyecto inicial tenía un Presupuesto de Ejecución Material (PEM) de 336.134 euros y uno de ejecución de 483.999. Las modificaciones supusieron un incremento del PEM de 33.512 euros. La empresa Taboada y Ramos había ganado el concurso con una baja del 16% al presupuesto de ejecución de contrata, quedando así en 406.559 euros y el de ejecución material será de 447.094. Si en junio se había dicho que la biblioteca abriría en septiembre, ahora la fecha se pospone medio año más.
Otra infraestructura que acumula meses de retraso en su inauguración es el Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico (CXCA) del Pazo de Liñares. En este caso es la Diputación la que debe contratar el personal -los dos primeros arqueólogos iban a llegar en septiembre-, pero nada se sabe acerca del estreno ni de esta infraestructura ni del museo virtual de la cultura castreña situado en la casa consistorial. En Liñares había una serie de deficiencias técnicas que ya estarían solventadas como la dotación de Internet de alta velocidad al centro científico de la cultura castreña. La antena provisional quedó instalada a mediados de octubre. Salvo sorpresa, este proyecto deberá esperar al próximo año.
