José Mouriño y Carmen Reboredo no recurrirán a la Corte Europea de Derechos Humanos para que se revise la sentencia que en 2013 los condenó a 58 años de cárcel cada uno por el asesinato de su hija y el de un antiguo empleado de la explotación, así como por dos tentativas de asesinato contra la madre y el hermano de la mujer. La presentación de un recurso ante el Tribunal de Estrasburgo era la última baza que le quedaba al matrimonio para que se revisase el fallo de la Audiencia Provincial, y disponían para ello de un plazo de seis meses que acaba de expirar.
La decisión del matrimonio se debe a que no han prosperado los dos recursos que se presentaron en los altos tribunales españoles. Así, el Tribunal Supremo desestimó un recurso de casación, lo que ratificó la firmeza de la sentencia de la Audiencia y motivó que ingresasen en la prisión de A Lama en abril de 2014. En octubre de ese año los abogados del matrimonio, Xosé Manuel Lago y Eduardo Porta, elevaron sendos recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional, que también los rechazó en mayo pasado. En ambos casos los recursos se basaban en presuntos errores en el proceso de instrucción, como la incorporación de declaraciones que la pareja no había realizado.
Por otra parte, el matrimonio sigue a la espera de que la Audiencia Provincial fije cuál es la cifra máxima de cumplimiento de la condena. En marzo, la Fiscalía presentó un escrito en el que calculaba que el tope eran 30 años, mientras que las defensas lo rebajan a 25. La demora que registra este tribunal a la hora de dirimir sobre dicho asunto provocó que las defensas presentasen un recurso, que se está estudiando ahora ya que hubo modificaciones en el Código Penal. La fijación del límite de cumplimiento de condena es necesaria para calcular cuándo podrían los condenados disfrutar de un régimen de libertad condicional.
Los hechos por los que fueron condenados José Mouriño y Carmen Reboredo acaecieron el 29 de octubre de 2010, hace poco más de cinco años. Según la sentencia, los dos mataron a su única hija Sonia con un golpe con un objeto contundente. Las llamas que se originaron en el sótano arrasaron la vivienda y terminaron con la vida de un antiguo trabajador, Amador Vázquez. Sí pudieron salir de la vivienda la madre y hermano de Carmen, Erundina Lalín y Manuel Reboredo, fallecidos en 2013 y 2012 en una residencia de Lugo. El matrimonio fue encontrado horas después de que saltase la alarma por el incendio, en una fosa de purín que no les cubría totalmente.
