La vida está llena de alternativas. Casi ante cualquier circunstancia uno tiene la opción de elegir. Es posible que no tenga voto sobre su destino pero, casi seguro, tendrá voz para decidir cómo afrontarlo. Para decisiones de calado como casarse o divorciarse se multiplican los caminos. En el caso de los enlaces matrimoniales, en cuestión de unas décadas el panorama ha dado un giro de 180 grados. Si hubo un tiempo en el que las opciones se limitaban prácticamente a contraer matrimonio ante un altar, con el paso de los años -en realidad no tantos- el abanico se fue abriendo. Los contrayentes podían decantarse ya por matrimonio religioso o civil, popularizándose también diversos ritos para dar este paso. La Ley de Jurisdicción Voluntaria, que entró en vigor en julio de este año, ofrece una alternativa más para el gran día: dar el sí quiero ante notario.
Esta ley hace posible casarse, separarse o divorciarse ante notario. En los meses transcurridos desde su entrada en vigor, varios estradenses se han acercado ya a la notaría para informarse sobre los trámites para el enlace matrimonial ante fedatario público. La notaría de A Estrada -cuenta con dos titulares- no ha registrado todavía ningún matrimonio al abrigo de estas nuevas competencias pero sí varios divorcios, para los que los trámites parecen aligerarse considerablemente.
La Ley de Jurisdicción Voluntaria permite a los ciudadanos acudir a los casi 3.000 notarios del país para resolver asuntos de carácter civil, mercantil o sucesorio en los que, al no haber controversia, no se requiera la intervención de un juez.
En el caso de los matrimonios, se indica que todavía los novios tienen que realizar el expediente correspondiente en el juzgado (acreditando cuestiones como que no están ya casados, por ejemplo). Será así hasta para los expedientes que se inicien antes del 30 de junio de 2017. Resuelto favorablemente este trámite, el matrimonio puede contraerse ahora ante el juez encargado del Registro Civil y los Jueces de Paz por delegación; el alcalde del municipio donde se celebre la boda o el concejal en quien este delegue; el secretario judicial o notario libremente elegido por ambos contrayentes que sea competente en el lugar de la celebración o un funcionario diplomático o consular encargado del Registro Civil en el extranjero.
Si deciden formalizar su unión en la notaría, tendrán que llevar el expediente que les entregarán en el juzgado. Si en el caso de los demás celebrantes el matrimonio se hace constar en acta, el que se celebre ante notario constará en escritura pública, firmada por la persona que casa a los novios, por los contrayentes y dos testigos. De esta escritura pública se dará una copia a los nuevos cónyuges y se remitirá, en el mismo día y por medios telemáticos, al Registro Civil para la inscripción del matrimonio.
Aunque varios estradenses se han interesado, todavía no hubo una pareja que estrenase esta competencia en A Estrada. Evidentemente, no es este un escenario para desplegar la alfombra roja y llenar de pétalos el avance de los enamorados pero podrán darle al acto la emotividad que deseen. En uno de los despachos de esta notaría se dará lectura de los artículos del Código Civil relativos al matrimonio
En cuanto al coste de casarse ante notario, se indica que es un acto que, en principio, no debería superar los 100 euros. En todo caso, también hay que tener en cuenta que la suma varía si los contrayentes, además de formalizar este "contrato" matrimonial desean realizar otros trámites, caso de las capitulaciones matrimoniales en las que, entre otras cuestiones, se establece cuál es el régimen económico de su matrimonio.
En todo caso, tanto en relación al matrimonio como a cualquier otro trámite, desde la notaría de A Estrada se indica que el ciudadano tiene derecho a informarse, siendo el asesoramiento notarial gratuito, se hagan o no escrituras.
