Raúl Ríos se encargó de aportar en Lalín las conclusiones extraídas de una investigación realizada en 2013 sobre la realidad actual de los circuitos cortos de comercio de alimentos en Galicia. "Quería saber que importancia relativa tienen este tipo de mercados más allá del marco de las fiestas".
Las conclusiones que revelan es que nuestro comercio directo está aún muy por debajo de otros países como Francia o Holanda. "Gran parte del problema reside en las dificultades que se encuentran los productores para asumir aquellas funciones que tradicionalmente realiza la transformación y, sobre todo la distribución". La solución pasaría por "la cooperación entre varias explotaciones para permitir las economías de escalas y cierta especialización por un sistema de turnos", apunta.
"Aún queda mucho por estudiar" y para Ríos los últimos pasos del gobierno como el decreto del mercado de proximidad merman las posibilidades de fomentar este tipo de iniciativas con límites. "Desde las administraciones deberían apoyarse los circuitos cortos si se entiende que son positivos para la economía local porque estas rentas quedan en la economía local". Apunta por ejemplo a mercados como el de Teo con respaldo y ya asentados.
